Viajando con la nueva normalidad

Imagen únicamente ilustrativa / freepik.es

Hace unos días por fin realicé un viaje que había postergado durante toda la cuarentena debido a que no me sentía confiada al cien por ciento de que la situación estuviera realmente controlada como muchos medios de comunicación han estado compartiendo. Aun así, decidí realizar dicha travesía para ver con mis propios ojos la situación de primera mano y formar mi propia opinión,ya que siempre he sido una persona de ver pruebas antes de opinar.

Antes que todo, tengo que decir que desde que realicé la compra de mis boletos, la aerolínea me había mandado indicaciones sobre los objetos esenciales que no se me podían olvidar, y no me refiero a los típicos anuncios sobre que líquidos mayores a 100 ml no pueden pasa, sino a los nuevos objetos que se volvieron indispensables de unos meses hasta la fecha, obviamente estoy hablando del gel antibacterial y el cubrebocas.

Mi vuelo fue de Veracruz a Cancún. Para ponerlos en contexto, desde el primer momento que llegas al aeropuerto de Veracruz, en la entrada te toman tu temperatura y verifican que tengas el cubrebocas bien colocado. De lo contrario la entrada te será negada.

Posteriormente ingresé a las instalaciones y me llevé una grata sorpresa al ver que toda la gente dentro estaba respetando las medidas de “Sana distancia”. Sinceramente, para mi fue una preocupación realizar el cuestionario “Identificación de factores de riesgos en Viajeros” que la Secretaría de Salud en conjunto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y La Agencia Federal de Aviación Civil te piden que rellenes con la finalidad de tener monitoreado el control de pasajeros y obtención de información temprana en caso de ser necesario. Mi situación fue que la página presentaba problemas y no me dejaba terminar dicho documento por lo que no tenía mi código QR que suele darte cuando finalizas las preguntas para poder mostrarlo en los diferentes filtros de seguridad. La buena noticia fue que en cuanto entré, pude visualizar una mesa con los cuestionarios de salud para aquellos viajeros que probablemente también sufrían de dificultades técnicas con dicho formulario. 

El abordaje fue fluido pero tardado (desventajas de la nueva normalidad viajera), además de que el vuelo venía completamente lleno y no dejaron ningún asiento vacío como hubiera esperado por la contingencia sanitaria. Triste fue ver que al terminar el viaje y estar aterrizando la mayoría de los pasajeros se pararon de inmediato y no lo hicieron de manera moderada como lo habían indicado los sobrecargos previamente a que se detuviera la aeronave. 

Las cosas en el destino fueron agradables, al menos en los lugares que tuve que visitar: cada uno tenía filtros en las entradas y salidas correspondientemente. El único detalle fue que el portar cubrebocas en un lugar de calor puede convertirse en algo incómodo por el sudor, pero para eso existen diferentes alternativas.

La experiencia de regreso fue un giro de 360° ya que desde el ingreso al aeropuerto hasta el abordaje todo fue de manera muy eficiente y rápida, en cada filtro que pasábamos nos pedían el cuestionario de sanidad y el cubrebocas. Cuando abordamos el avión fue ordenado y cuando aterrizamos en el aeropuerto de Veracruz, en este caso sí respetaron el protocolo para poder salir del avión de manera tranquila y regulada. 

Tengo que mencionar que en ambos sentidos la experiencia fue muy diferente ya que experimenté las típicas situaciones que suelo pasar cuando viajo, pero ahora se aumentaron más factores de cuidado para mi persona y para los que me rodean. 

En conclusión y para todas aquellas personas que tengan que viajar por algún motivo importante y no se sientan preparados, puedo decirles que las medidas sanitarias se llevan a cabo de una manera eficiente y procuran tu bienestar completamente. Aunque es mejor decir que estés preparado, por lo que me atreví a hacerte las siguientes recomendaciones durante tu viaje: 

  • Lleva un cubrebocas desechable y no de tela, así podrás usarlo durante todo tu viaje y cuando estés en tu punto de destino lo podrás desechar y cambiar sin problema alguno. 
  • Revisa previamente que el formato de sanidad esté correctamente llenado, ya que en los filtros de seguridad están muy atentos a que la información presentada coincida con tu identificación y vuelo.
  • Carga gel antibacterial en una presentación pequeña para que lo puedas disponer en todo momento de estancia en el aeropuerto. 
  • Consulta constantemente el semáforo COVI-19 de tu destino para estar pendientes de las medidas que debes de tomar. 
Grecia Pérez: 🇲🇽 Lic. en Turismo por la Universidad del Caribe, experiencia en áreas de eventos, marketing turístico y análisis de datos. Fotógrafa en construcción en mis ratos libres, así como apasionada por el emprendimiento e innovación en turismo y enamorada de nuestro México. “Pies para que los quiero, si tengo alas para volar” (Frida Kahlo). 
Entrada Relacionada
Entradas recientes