Cortarán mil árboles para la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame ¿Valdrá la pena?


Catedral de Notre Dame antes del incendio (15 de abril de 2019).

Seguro recordarás el incendio de la catedral de Notre Dame en París…
Tal cual dice el título de esta nota, para su restauración se utilizarán — y cortarán, evidentemente — alrededor de 1000 árboles de entre 150 y 200 años de edad. Suena alarmante ¿No?

Las preguntas no se dejarán en espera: ¿Valdrá la pena? ¿Es realmente razonable? ¿Dónde queda la importancia del desarrollo sostenible en la nueva arquitectura? La caja de comentarios está abierta, pero antes de comentar, continuemos con la nota que, según los expertos forestales en Francia, tanto en los bosques públicos como privados, hay suficientes ejemplares de árboles centenarios para realizar esta obra sin causar un impacto ambiental irremediable.

Recordando el drama

En la tarde del 15 de abril de 2019, la catedral, que logró representar todo el esplendor del gótico francés y a su vez se ha convertido en símbolo de la capital francesa, sufrió de un grande incendio que ocasionó daños considerables. El espacio interior, así como muchos bienes muebles, se dañaron gravemente. Está claro que la mayor afectación fue el derrumbe del tejado y la aguja de la catedral; esto no solo se manifestó de manera física en la estructura de la iglesia, sino también, se vio reflejada en el sentir de los parisinos: “Si perdemos esto, perdemos París”, fue una de las frases que se comentaban entre lágrimas a la prensa aquel día.

Es como perder a un miembro de la familia”, se leía en los encabezados del periódico The Huffington Post.

Es la catedral de todos los franceses”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, cuando en un discurso breve y solemne, prometió que la catedral sería reconstruida: “Reconstruiremos Notre Dame, porque es lo que los franceses esperan, lo que nuestra historia merece”.

Aguja de la catedral consumida por las llamas.

La promesa de reconstrucción contemporánea

Estamos a dos meses de que se cumplan 2 años desde que el presidente Macrón lanzara al aire la promesa de reconstruir “el símbolo francés”; ya el 16 de febrero del presente año inició la búsqueda de 1000 árboles centenarios o incluso bicentenarios, que deben de ser talados antes del mes de marzo para la reconstrucción de la torre de Notre-Dame.

Pero, ¿Qué pasó con la idea de construir una nueva aguja que diera un aspecto moderno a la catedral?

Bueno, esta idea simplemente no logro llenar el vacío histórico y nacionalista que la caída de la aguja de 96 metros de altura había dejado en la población francesa.

Recordemos que, en el 2019, a pocos días después del gran incendio, el primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anunció un concurso internacional de arquitectos para reconstruir, y reinventar, la emblemática aguja de la catedral de Notre Dame. Concurso que buscaba desarrollar una nueva aguja acorde a las técnicas y los desafíos de nuestra era.
Basta con mencionar la propuesta del arquitecto, Vincent Callebaut, para darnos una idea general de las más de 200 propuestas de rediseño que fueron presentadas, que si bien, habrá que decir que se parecían muy poco al original, sí mostraban un enfoque sostenible que actúa con respeto y armonía sobre el medio social y natural. Por ejemplo, el diseño Callebaut — mostrado en fotografía un par de líneas más abajo — se presentaba como una opción amigable con el ambiente que, con un nuevo techo de vidrio generaría energía a partir de la energía solar y además, contenía en su diseño una granja acuapónica que podría dar alimento a los parisinos en situaciones de emergencia y situación de calle.

Diseño de vidrio futurista presentado por arquitecto Vincent Callebaut Crédito: Vincent Callebaut Architectures

Aun así, este diseño, que logró impresionar al mundo entero, no logro conectar del todo con los franceses. El 55% de los franceses quiere que la flecha sea reconstruida de manera idéntica, según una encuesta de Odoxa-Dentsu Consulting. Por lo que, el pasado mes de julio, Macron anunció que la aguja sería reconstruida siendo fiel al proyecto original diseñado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX. Esto incluye, por supuesto, el uso de los materiales “originales”, como la madera de roble, para garantizar la autenticidad, armonía y coherencia que tenía esta obra maestra de arquitectura gótica.

Las palabras del historiador, Jean-Michel Léniaud, resumen por qué se decidió tomar esta decisión:

“Notre-Dame es un símbolo nacional e internacional, que une a la gente, apartarse de su arquitectura que es de fama mundial habría tenido un efecto divisorio en la población”

Uso de robles centenarios como material de reconstrucción

¿Por qué madera? ¿Por qué tanta?

Históricamente, las catedrales francesas tienen el techo de madera, y en el caso de la de Notre Dame, este se encontraba sostenido por una estructura que era comunmente conocida como “el bosque de Notre Dame”, una maravilla de la arquitectura medieval que, aunque no estaba a la vista de los visitantes, se sabía que estaba formado por unas 1.300 vigas, cada una de las cuales procedía de un árbol de roble entero de 200 a 300 años de antigüedad. Se podría decir que, en total, se necesitaron 21 hectáreas de roble para construir la estructura. De allí su nombre, por supuesto.

Conforme a estos datos, es fácil entre ver porque ahora Francia ha comenzado la búsqueda de alrededor de 1000 árboles de entre 150 y 200 años de edad, asegurando, de cierta forma, que la catedral sera reconstruida de manera idéntica a la original. Para tal motivo, los árboles que serán seleccionados deben ser rectos, de 50 a 90 cm de diámetro y entre 8 y 14 metros de altura.

Sabemos que, de inicio, cortar mil árboles para reconstruir una iglesia puede parecer una barbaridad. Pero no hay de qué preocuparse, según lo mencionan las autoridades francesas.

Se estima que en Francia tan solo en su área metropolitana tiene 14 millones de hectáreas pobladas de árboles y otros ocho millones de hectáreas en los territorios de ultramar, en su mayoría en la Guayana Francesa. Por consiguiente, una cuarta parte del territorio está cubierto de bosque. De tal forma que, la industria forestal francesa no tuvo ningún problema en comprometerse a proporcionar los robles de forma gratuita para la restauración de “Notre Dame”.

Ya lo han dicho los expertos forestales: “Usaremos un poco de la historia de Francia para rehacer esta histórica estructura de madera”. Pues saben bien que no se está trabajando con árboles de 20 años, sino con un patrimonio forestal antiguo, pues según las palabras de Dominique de Villebonne, subdirectora de la Oficina Nacional Forestal, algunos árboles provendrán de plantaciones ordenadas por los antiguos reyes de Francia para construir barcos y asegurar la grandeza de la flota francesa.

Bosques de robles en Francia.

La utilización de madera de roble para reconstruir la catedral es tambien una forma de mostrarle al mundo que los bosques franceses están bien mantenidos y son un activo para el país. No queda duda que, desde la perspectiva francesa, este proyecto será una oportunidad para contar la historia de un buen manejo forestal:

Junto con estos árboles, dejamos que otros envejezcan por mucho tiempo, plantamos otros para que las siguientes generaciones puedan también crear obras excepcionales” — Dominique de Villebonne.

Andrés Agui-Ram: 🇲🇽 Me dicen El Extranjero y escribo relatos para viajeros. Recorriendo distintos países me di cuenta que me equivoqué de carrera. También me di cuenta que como México no hay ninguno. Ahora, despierto cada día queriendo hacer del Periodismo Cultural mi vocación. Exploro destinos nuevos y conocidos para después compartir mis observaciones, aprendizajes y reflexiones con ustedes. Gracias por leer, yo he de seguir caminando.
Entrada Relacionada
Entradas recientes