El hotel Burj Al Arab del Grupo Jumeirah, famoso por haber sido el más alto del mundo (actualmente es el tercero), inauguró en días pasados, una terraza de grandes dimensiones a nivel de playa que se extiende a 100 metros sobre el Golfo Pérsico, en la que se incluye una piscina del tipo infinita con agua salada.
El inmueble, localizado en los Emiratos Arabes Unidos (Dubái), es el primer hotel en el mundo en añadir instalaciones de este tipo y con esto, marca una nueva tendencia en los servicios de lujo para viajeros.
El diseño del Burj Al Arab está inspirado en la vela de una embarcación marítima, además está anclado estratégicamente en una isla artificial sobre el mar donde su sombra jamás cubre la playa.
La terraza, que abrió sus puertas el 25 de mayo, incluye un restaurante, un bar, dos piscinas (una de agua dulce y una de agua salada), cuatro jacuzzis, 32 cabañas con aire acondicionado y zonas de playa creadas con 1,000 toneladas de arena blanca.
Notas relacionadas: Burbujas inflables: el nuevo concepto de habitación-hotel y Un hotel ecológico en el desierto
La piscina y la playa están reservados para los huéspedes del hotel, pero cualquier persona puede cenar en el restaurante estilo Californiano de nombre Scape, una buena idea para los viajeros de bajo presupuesto, ya que hospedarse en una suite de este hotel tiene un costo que va desde los 2,722 dolares la noche.
Para saber:
La terraza fue construida en Finlandia y ensamblada en un lapso corto de 3 meses para evitar incidentes con los huéspedes y el hábitat marino. Su estructura de acero está diseñada para favorecer la vida marina, al grado de poder convertirse en un arrecife artificial.
Fuente/Imágenes: Jumeirah Group