No es sólo viajar por viajar, por tener una foto bonita o por un lugar menos a tu lista; en cada viaje te llevas grabado en la memoria y en el corazón momentos memorables que tal vez no se repetirán.
Suelen ser instantes tan sencillos como caminar en la noche con tus amigos por las calles de Querétaro, observar a la gente local y foránea, entrar a un café, beber un chocolate frío mientras escuchas música en vivo y hacer de esa, una noche encantada.
Salir del trabajo y con ayuda del GPS llegar a un lugar donde ni siquiera tenías idea del rumbo que había que tomar, solo para ir por tu tan anhelada gorra del bordado tradicional, los “Tenangos”; ir incluso con la ropa menos adecuada para el destino, pero que esa decisión ya te cambió la semana.
![Tenango de Doria en Hidalgo](https://www.entornoturistico.com/wp-content/uploads/2019/01/Tenango-de-Doria-en-Hidalgo.jpg)
Andar por la sierra gorda de Querétaro, empapada de frío, encontrar un pequeño restaurante donde te ofrecen chocolate caliente y pan de muerto recién horneado, tradición que la familia solo hace para su altar de muertos pero que te lo ofrece, seguramente con la finalidad de enamorarte por el estómago, y lo logran, pues el sabor es único y exquisito.
![Querétaro](https://www.entornoturistico.com/wp-content/uploads/2019/01/Querétaro.jpg)
![Chocolate caliente y pan de muerto recién horneado en Pinal de Amoles Querétaro](https://www.entornoturistico.com/wp-content/uploads/2019/01/Chocolate-caliente-y-pan-de-muerto-recién-horneado-en-Pinal-de-Amoles-Querétaro-1024x576.jpeg)
Estar a cientos de metros de altura en el Faro de Mazatlán, con el alma en un hilo porque como yo, tal vez hay varios que temen a las alturas, pero que vale la pena el paisaje, observar la infinidad del mar, sentir el viento correr en tu rostro y darte cuenta, una vez más, el espacio insignificante que somos en este enorme mundo.
Encontrar a gente amable, servicial, divertida, que te cuenta la historia del lugar, lo mejor que hay por visitar o simplemente la más sencilla anécdota, eso, te hace sentir en casa.
Viajar en otro estado, hablar con el vecino de mesa en una taquería, y que reconozca tu estado de origen por la gastronomía: los famosos pastes y la barbacoa “esa si es barbacoa”; o andar en otro país de Centroamérica y que al entrar a cualquier establecimiento la gente te vea y te diga “eres Mexicana”… sí, soy mexicana, orgullosa de mis raíces, de mi cultura, de mi gente, soy Hidalguense: orgullosa de la barbacoa, los pastes y los Tenangos.
Viajo para conocer otras culturas, otras formas de vida, para llenar mis pupilas de paisajes inigualables, para enriquecerme de sonrisas en el rostro de las personas, y para llenar mi memoria de todos esos tesoros.