Zendi pase de abordar

La pandemia no ha terminado y a pesar de que el turismo necesita de una salida inmediata para volver a la normalidad, no podemos acelerarlo como queremos. Si bien, no fuimos uno de los países donde la catástrofe fue contundente como España o Italia, no podemos confiarnos, ni creer que todo está bajo control. 

COVID-19 es el nombre de una fase en la historia que muchos no olvidaremos y que seguramente contaremos a nuestros hijos y nietos como si fuera un trago amargo. Sin embargo, me gustaría ver esta situación desde la óptica de aprendizajes y enseñanzas, si bien aún no estamos fuera de la situación, podemos ir armando un listado con las mejores lecciones, estoy segura que se irán sumando más:

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  1. Las empresas turísticas que no creían en la migración digital, se vieron forzadas en hacerlo, es más, se vieron forzadas en aprenderlo. 
  2. La comunicación remota se convirtió en el mejor aliado para mantener las relaciones con el exterior. Todos tuvimos que aprender a utilizar las plataformas de videollamadas.
  3. El networking se intensificó gracias a los medios digitales, pudimos entablar relaciones y conexiones con actores clave en nuestro sector para consultar el cómo sobrellevar la situación o aprender las mejores prácticas de otros lugares.
  4. El aprendizaje ha sido una constante, muchos decidieron aprovechar su tiempo para aprender algo por medio de webinars, cursos en línea y hasta maestrías. 
  5. Creatividad puesta a prueba para los publicistas, diseñadores y personas a cargo de las redes sociales que tenían que encontrar los momentos oportunos para enviar mensaje a su comunidad y de crear contenido de utilidad.
  6. Control emocional: todos nos dimos cuenta que nuestra estabilidad emocional y mental era clave para mantener a flote nuestras estrategias. 
  7. No somos invencibles: grandes expertos de la industria, gurús y analistas con años de trayectoria en el turismo aceptaron con humildad que no tenían la respuesta a todo y más de uno reconoció que no encontró solución a su problemática. 
  8. Y para finalizar, muchos se dieran cuenta de sus propios límites. Mantener a flote una nómina, las ventas de supervivencia y no decaer en ánimo, fue la constante entre varios. 

Algo que seguro todos tenemos en mente, necesitamos de los viajes y del esparcimiento para mantener nuestros sentidos al máximo, nos arrebataron gran parte de nuestra alegría cuando nos prohibieron ir a la playa, al bosque o simplemente un poco de entretenimiento en nuestra propia ciudad. 

Pero al día de hoy sabemos que nuestro sector está en los reflectores y si la gran mayoría aprendemos la lección de esta pandemia, la recuperación será mucho más rápida. Todo dependerá de qué tanto demostremos que estamos a la altura de las dificultades que han golpeado a nuestra industria. 

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Por Zendi Villegas Hernández

Lic. Gestión de Empresas Turísticas. Maestría en Marketing. Analista de la industria turística, especialista en Comunicación de Marketing y RRPP como organización de eventos, branding, promoción y medios de comunicación.

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