Con anterioridad expresamos nuestros puntos de vista acerca del papel de las escuelas de turismo en el proceso de selección y de formación, tanto dentro como fuera de ellas y la actuación de sus profesores. En los párrafos que siguen pretendemos plantear consideraciones sobre la labor de estas instituciones en otras líneas de acción que conforman la influencia que deben ejercer como entes transformadores y participantes activos en la búsqueda de soluciones y la aplicación de las mejores experiencias.
A partir de esta concepción, las escuelas de turismo deben ser capaces de contribuir al perfeccionamiento constante de los profesionales de turismo, incidiendo en su capacitación sistemática, la búsqueda de soluciones, el trabajo investigativo a partir de los problemas existentes, la divulgación de las mejores experiencias en un vínculo estrecho con las empresas del territorio donde radican.
Siguiendo esta línea de trabajo es importante destacar algunas de las disímiles actividades de superación que se pueden realizar en las propias instalaciones, de acuerdo con las necesidades de su capital humano y de los intereses que sus direcciones consideran sobre la base de sus proyecciones en la labor que realizan:
- Cursos de actualización sobre la base de las nuevas tendencias y experiencias acumuladas.
- Cursos de formación a trabajadores empíricos, pudiendo realizarse en sus puestos de trabajo.
- Cursos de especialización en diferentes temáticas de los servicios.
- Cursos de capacitación al personal directivo con aplicaciones prácticas en la búsqueda y solución de problemas.
- Conferencias y seminarios sobre diversas temáticas.
- Cursos de post grado para el personal graduado universitario que labora en los diferentes departamentos, concluyendo con trabajos que promuevan transformaciones oportunas para la actividad que realizan.
- Realización de asesorías a partir de eventuales problemas detectados por las administraciones de esas instalaciones turísticas o personal docente de las escuelas, siempre a partir de las solicitudes de las primeras y dirigidas a buscar soluciones de conjunto y su aplicación creativa.
Todas estas actividades deben estar bien dirigidas al desarrollo de las competencias laborales de los prestadores de servicios.
La organización de eventos a nivel territorial para la divulgación de las mejores experiencias de los profesionales del turismo, resultados de investigaciones, asesorías, trabajos de cursos con resultados validados, constituye también una herramienta eficaz y que será agradecida por todos, al poder multiplicarse con la apropiación y aplicación de las mismas, además de constituir un estímulo por los logros alcanzados y establecerán retos para seguir avanzando.
En todas estas acciones, los docentes deberán dirigir sus esfuerzos a fortalecer o potenciar valores que deben caracterizar a los seres humanos y especialmente a los que tienen la responsabilidad de atender clientes, satisfacer sus necesidades y conquistar su preferencia. Entre estos valores se destacan: responsabilidad, solidaridad, honestidad, humanismo, laboriosidad, justicia y la honradez.
Existen muchos paradigmas a seguir en la labor educativa, sin embargo, se destacan dos pensamientos del apóstol de Cuba José Martí, cuando expresara:
“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”. “El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras”.
El accionar de las escuelas de turismo en lo que respecta al trabajo docente-metodológico, investigativo, desarrollo e innovación, es muy amplia, siendo lo expresado hasta el momento, solo algunas ideas puestas en práctica, que seguramente serán enriquecidas por el ingenio y las experiencias de colegas que hoy laboran en estas instituciones.
