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Mirador Bosque de protección Altomayo
Mirador del Bosque de Protección (BPAM) Altomayo / Imagen: @mirnitax

San Martín y su producto turístico principal: Alto Mayo

La región San Martín es Tarapoto, o la ciudad de las palmeras. Pero también es Moyobamba y sus puntas; o Sauce y su laguna azul; o Juanjuí con su cacao de el «Dorado» y el río Huallaga; o la catarata de Ahuashiyaco y un largo etcétera en sus diez provincias y 77 distritos. Y si la medimos a través de sus recursos turísticos, los 191 que registra inventariados (MINCETUR, 2021), también seguirán siendo pequeños, si tenemos en cuenta la historia, biodiversidad, ecosistemas y población de dicha ubérrima región. Agréguese que muchos recursos turísticos acondicionados y considerados atractivos, se han convertido en productos turísticos que atraen por sí solos a los turistas, como el caso de los baños termales de Moyobamba.

Sin embargo, el producto turístico principal de San Martín, uno de los departamentos del Perú donde predomina la selva alta, tiene que ser Alto Mayo, teniendo en cuenta que es un destino preferido por los turistas nacionales, determinado por el arribo a hoteles que ascendió a un millón 271 mil personas en el año 2019, mientras que en ese mismo periodo solo arribaron 19 mil turistas extranjeros.

De acuerdo con el Manual de Planificación de Productos Turísticos publicado por el MINCETUR, “el producto turístico puede incluir diferentes tipos de atractivos: naturales o hechos por el hombre, hoteles, resorts, restaurantes, teatros, actividades, festividades y eventos”. Asimismo, precisa que, acorde a lo señalado por la OMT (UNWTO), “el desarrollo de un producto turístico es un proceso en el que los bienes de un destino en particular se adecuan a las necesidades del mercado”.

Alto Mayo, como lo señala el SERNANP, es un Bosque de Protección (BPAM) o área natural protegida por el estado, creada el 23 de julio de 1987. Abarca territorios de las provincias de Rioja y Moyobamba en el departamento de San Martín, con una extensión de 182,000 hectáreas. Su objetivo es proteger las cuencas hidrográficas, la vegetación boscosa, la vida silvestre, los paisajes únicos con alta diversidad biológica y pendientes pronunciadas de sus bosques nubosos o de neblina, con endemismo en varios grupos de especies, con una transición de lo andino a lo amazónico y donde aún habitan hermanos peruanos de los grupos Aguaruna y Awajún.

Aunque Mayo también puede ser Maya, la diosa de la floración de tantas orquídeas que se producen en San Martín; o Mayo, aquel que representa a los palos altos o humishas que se elevan en todas las ciudades de ese departamento en las fiestas de carnavales; sin embargo, Alto Mayo es sinónimo de protección de la cuenca del río Mayo, con numerosos afluentes que dan vida a los bosques de neblina que aportan por condensación más del 20% del agua total disponible en dicha zona. Y Alto Mayo también es un símbolo de lo que se puede lograr cuando las sociedades se organizan para conservar sus recursos naturales y culturales.

Precisamente, el ejemplo de la recuperación de los afluentes del Río Mayo motivó a los pobladores ubicados en la zona de amortiguamiento del BPAM a cuidar la naciente del Río Tíoyacu; ello, con el apoyo de las autoridades del SERNANP, del Gobierno Regional de San Martín, de las Municipalidades Provinciales de Rioja y Moyobamba; a los que se sumaron las empresas de agua, como la de Moyobamba que destina al mes un Sol con 20 céntimos por recibo facturado para la conservación y recuperación de las aguas de los ríos (Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos-MRSE). Y cuando las frías aguas de Tíoyacu comenzaron a incrementar su volumen, los pobladores se organizaron para atraer a los bañistas a las piscinas naturales que fueron adecuando junto a la provisión de delicias alimentarias, como los “maduros asados” rellenos de mantequilla de maní o queso. 

En la actualidad, el lugar se denomina “Recreo Turístico Naciente del TíoYacu” y el año 2019 fue el segundo lugar más concurrido de San Martín, con 230 mil visitas, solo superado por las aguas termales de San Mateo, en Moyobamba, a donde llegaron 289 mil personas. Tíoyacu es un referente hoy en día de las bondades que generan la recuperación y conservación de los recursos naturales renovables como el agua y la vegetación y su monetización a través del turismo, actividad comercial destacada en San Martín como fuente generadora de empleos e ingresos. Se estima que los turistas nacionales gastaron en promedio en el año 2019 aproximadamente 800 Soles (US$ 200) por viaje y su permanencia sería de seis días. 

Y es por dicha preferencia que San Martín merece una marca de producto turístico que se base en un recurso natural como “Alto Mayo”, el cual forma parte del corredor preferido actualmente por los turistas nacionales, quienes, partiendo desde Tarapoto, donde visitan la “Catarata de Ahuashiyaco” Lamas y Sauce, se trasladan a Moyobamba, Rioja y Nueva Cajamarca, culminando en Kuélap y Gocta, estos últimos ubicados en la Región Amazonas, colindante con San Martín.

La apuesta por el destino “Alto Mayo” permitirá a la Región San Martín contar con una marca para su comercialización en el mercado interno, buscando atraer a más viajeros de la costa, desde Piura hasta Lima; pero también a visitantes de las regiones del sur con disposición para ser atraídos por el bosque y las ciudades donde pueden realizar cientos de actividades capaces de satisfacer los más exigentes gustos y preferencias de los turistas actuales a través de prestadores de servicios turísticos que ofrecen atractivos con actividades innovadoras y que respetan el cuidado del medio ambiente, la cultura y tradición de los pueblos, sin poner en riesgo la vida y la salud de los turistas ni el cuidado de los recursos visitados.

Independientemente de la operatividad y comercialización de un destino como “Alto Mayo”, la región San Martín también tiene un enorme potencial para desarrollar el corredor del Café, el que partiendo de Lamas pase por Juanjuí, Bellavista y Tocache (región San Martín) y luego por la ciudad hermosa de Tingo María y su bella durmiente (región Huánuco), culminando en Villa Rica (la ciudad que ostenta una de las dos denominaciones de origen del café peruano en la región Pasco; asimismo, hermanada con Chanchamayo y Satipo de la Región Junín). Y quien sabe hasta Cusco, que ostenta la segunda denominación de origen del café peruano: Café Machu Picchu-Huadquiña.

Y si con el café no bastara, San Martín tiene un alto potencial para consolidar un corredor del Cacao, el cual se iniciaría en Chazuta y en su camino uniría cientos de pueblos de diferentes distritos de los distritos de Shapaja, Juanjuí, Bellavista, Tocache hasta Huánuco (región Huánuco). Y ese corredor debería comenzar en la Región Amazonas que ostenta la única denominación de origen “Cacao de Amazonas Perú”. Y en Amazonas deberían consolidarse como destinos Kuélap y Gocta; así como en San Martín debe consolidarse como tal Sauce, el lago espectacular en el distrito del mismo nombre, previa construcción de un puente sobre el río Huallaga, para proteger la salud y vida de los visitantes que hoy en día cruzan en balsa tan torrentoso río.

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Acerca de Ángela Ríos Cardozo

🇵🇪 Formuladora y evaluadora de proyectos de inversión en turismo. Docente universitaria en pregrado y postgrado. Poseo alto nivel de organización, orientación a detalles, foco en trabajo en equipo y resultados. Mi objetivo es el desarrollo del turismo en el Perú a través de la formulación de proyectos de inversión de acondicionamiento turístico y capacitación en gestión de destinos turísticos.

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