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Misiones Jesuítico-Guaraní
En imágenes, las misiones de Santa Ana, Corpus Christi, Nuestra Señora de Loreto y San Ignacio Miní.

Las Misiones Jesuítico-Guaraní: un encuentro de dos mundos

La provincia de Misiones en Argentina es una de las sedes de una herencia cultural ancestral, donde se unieron dos mundos: los guaraníes originarios de la tierra y los jesuitas venidos de Europa, cuyo legado patrimonial puede ser visitado por los turistas y es un verdadero viaje en el tiempo. En el corazón de la selva paranaense se fundaron 30 pueblos jesuítico-guaraní distribuidos en tres países: Argentina, Brasil, Paraguay. Aquí se brindarán algunos detalles e información sobre cuatro reducciones de un total de 30 misiones que se asentaron en esta vasta región durante los siglos XVII y XVIII: San Ignacio Miní, Nuestra Señora de Loreto, Santa Ana y Corpus Christi.

Un poco de historia

Las luchas territoriales entre portugueses y españoles, y debido a que ninguno acataba el Tratado de Tordesillas1,  llevó al rey de España, Felipe II a enviar a los Jesuitas al Nuevo Mundo. Por el año 1585 la misión era defender las fronteras españolas de los ataques de los bandeirantes2, así como cristianizar a los “nativos” en las costumbres españolas, evitando a su vez que fueran capturados como esclavos. Aparte de la conquista espiritual, España confiaba en pacificar las zonas que poseían recursos naturales extraíbles, tales como hierro, estaño, cobre, sal, plata, oro, maderas duras, alquitrán y otro recursos, que podían ser explotados por los inversores3.

Arquitectónicamente, las estructuras se prestaban a una variedad de funciones para las que servirían una misión completa. El complejo de la misión funcionaba como centro religioso así como centro de formación profesional. También era un centro económico para el comercio, la producción de cultivos y la práctica de la ganadería. Era asimismo un centro defensivo con pesadas puertas y ventanas con postigos en altos muros4.

Viviendas de los guaraníes en San Ignacio Miní
Viviendas de los guaraníes en San Ignacio Miní.

A su llegada en 1632, los jesuitas fundaron sus misiones más al norte, en el actual estado brasileño de Paraná, pero luego de varios ataques de los bandeirantes, se trasladaron hacia el sur, siguiendo los ríos Paraná y Uruguay hasta el área que comprendía el actual estado argentino de Misiones y sus alrededores. Allí se construyeron 30 reducciones: 15 en Argentina, 8 en Paraguay, 7 en Brasil5.

Todas las misiones jesuíticas tenían la misma planta, marcada por las Leyes de Indias. Se construía una gran plaza rectangular y uno de sus lados era para uso de la iglesia: allí se construía el templo, el camposanto, el claustro, la casa de los padres y los talleres. En los otros tres lados de la plaza se encontraban las construcciones laicas, es decir, las viviendas de los guaraníes. En cada reducción se agrupaban varias comunidades guaraníes llegando a unos 4000 a 5000 habitantes. Si la población superaba esa cifra, se fundaba una nueva misión6.

Cartel informativo en San Ignacio Miní
Cartel informativo en San Ignacio Miní.

Preocupado por el poder que estaban obteniendo los jesuitas, Carlos III, junto al Papa Clemente XIV promovió su expulsión del Reino de España y posteriormente su disolución en 1768. Se enviaron entonces directores alejados de la Iglesia para continuar con el trabajo. Los guaraníes no vieron el cambio con buenos ojos y muchos volvieron a la selva7.

La expulsión de los jesuitas provocó el abandono de las misiones. Las guerras fronterizas en 1818 casi acabaron con ellas. Hoy día, ocho de ellas ingresaron en el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las Misiones Jesuíticas hoy

Saliendo de Posadas y tomando la Ruta Nacional 12, el turista puede comenzar el recorrido en el tiempo y revivir a cada paso lo que fueron las misiones jesuíticas de Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y San Ignacio.  Y siguiendo esta huella histórica por 18 km más, siempre por la misma carretera nacional se llegará a la Reducción Jesuítica de Corpus Christi.

Ruinas de Loreto
Ruinas de Loreto.

La Reducción Jesuítica de Santa Ana fue fundada originalmente en 1633 y arrasada por los bandeirantes en varias oportunidades. Encabezados por los padres jesuitas Agustín Contreras y Pedro Romero hacia 1660 se establecieron en el actual emplazamiento, a orillas del Río Paraná, siendo la primera reducción en asentarse en las costas. Supo albergar en su momento a 2000 guaraníes. Cuando vamos a la parte posterior de los talleres y el colegio, se puede ver donde se encontraba el huerto, lugar destinado al cultivo de frutas y verduras para los sacerdotes y nativos. La peculiaridad de esta reducción es que únicamente aquí se pudo observar la presencia de una cisterna, depósito destinado a la recolección de agua. La selva avanzó sobre estas construcciones durante muchos años. Es por ello que el visitante tiene que agudizar el ingenio e imaginar la ubicación de cada lugar siguiendo el esquema clásico de estas construcciones.

Huerto en Ruinas de Santa Ana
Huerto en Ruinas de Santa Ana.
Ruinas jesuiticas, avance de la naturaleza sobre la construcción
Ruinas jesuiticas, avance de la naturaleza sobre la construcción.

La Reducción de Nuestra Señora de Loreto, la encontraremos siguiendo el camino por la Ruta Nacional 12, a unos 15 km de Santa Ana, rumbo al norte. El Padre Antonio Ruiz de Montoya la fundó en 1632 luego de numerosos traslados. En sus edificios funcionó la primera imprenta del territorio argentino, donde se imprimieron los libros más antiguos del virreinato y una de las tintas utilizadas fue elaborada con yerba mate8. Lo que destaca también a esta reducción es la capilla Monte del Calvario, donde antes de la pandemia los visitantes hacían el Vía Crucis en Semana Santa. Sitio que envuelve a los turistas en un halo místico y sagrado.

Ruinas de Santa Ana, entrada a la Iglesia
Entrada a la Iglesia en Ruinas de Santa Ana.

Para llegar a la Reducción de San Ignacio Miní se tiene que continuar la misma ruta nacional hasta la localidad homónima y dentro de su construcción tipo damero se emplaza esta reducción jesuítica. En 1610, después de numerosos traslados, fue construida por los padres Cataldino y Maceta y se la distinguió con el nombre de Miní, que significa menor en idioma guaraní, para distinguirla de la Mayor. El crecimiento de esta reducción fue notable, llegó a tener más de 3300 habitantes. Su estado de conservación es bastante bueno y se han hecho trabajos de restauración. Ofrece un espectáculo nocturno de luz y sonido que regala a los visitantes una vivida impresión de lo que fue la vida en esta misión.

Ruinas de San Ignacio. Un día en la vida de las misiones.
Ruinas de San Ignacio. Un día en la vida de las misiones.

La Reducción de Corpus Christi, siguiendo 18 km al norte de esta ruta nacional, fue fundada por los padres Pedro Romero y Diego de Boroa en el año 1622, luego de un sinfín de ataques bandeirantes. La población superó los 5000 habitantes y prosperó hasta el año 1768. Hoy se pueden observar los muros originales, el templo, los talleres, la plaza y las viviendas. 

Entrada a Ruina Jesuítica de Corpus Christi
Entrada a Ruina Jesuítica de Corpus Christi.

Transitar la región de la Misiones jesuítico-guaraní es viajar en la historia, disfrutando de la naturaleza que la rodea, admirar el trabajo arquitectónico y una forma de vida comunitaria entre dos culturas sumamente diferentes. El turista está siempre invitado al deleite con cada atractivo y pagando la entrada una sola vez, en una de las reducciones recibe un pasaporte con el cual podrá visitar las demás y en cada una de ellas será informado por los guías locales que lo llevarán a través del túnel del tiempo, evocando la epopeya llevada adelante en esta tierra de maravillas.

Referencias

  1. El tratado “estableció un meridiano a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, es decir, en 46° 37′ longitud oeste. Todos los territorios por descubrirse al oriente de dicha línea quedarían bajo dominio portugués, mientras que España tendría soberanía sobre los ubicados al occidente.”Wikipedia.
  2. Los bandeirantes eran miembros de las bandeiras o sea compañías de aventureros organizadas en San Pablo (Brasil), desde el siglo XVI al XVIII. … Estas «entradas» o expediciones de los bandeirantes buscaban metales, piedras preciosas, y capturaban indios que traían encadenados para venderlos como esclavos.Wikipedia.
  3. Misiones Españolas. Joseph Sanchez.
  4. Idem. Ant
  5. Las Misiones Jesuíticas. Benicio Villareal.
  6. Misiones Españolas. Joseph Sánchez.
  7. Idem. Ant
  8. Relación de viaje a las Misiones Jesuíticas. Padre Antonio Sepp.
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Acerca de Lic. Cristina Britez

🇦🇷 Lic. en Turismo en la Universidad Nacional de Misiones. Trabajó en el departamento de AyB y Eventos en el Sheraton Iguazú. Fue encargada de Reservas, Operaciones y Ventas de la Agencia de Turismo Paseos. Actual representante técnica de la agencia de viajes Misiones Maravilla.

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