«Pasporta Servo» contiene una lista de hablantes de este idioma internacional que ofrecen hospedaje voluntario a otras personas.
El sueño del doctor Lázaro Zamenhof (Białystok, hoy Polonia, entonces Imperio ruso, 15 de diciembre de 1859-Varsovia, Polonia, 14 de abril de 1917) era la creación de un idioma internacional que sirviera como segunda lengua para toda la humanidad. El Esperanto (así se llamaba el sueño) se construyó con una gramática sencilla carente de excepciones y con diversos porcentajes de lenguas eslavas, germánicas y romances.
El Esperanto aún sigue vivo gracias en gran parte a distintos colectivos y particulares que se encargan de organizar cursos, conferencias y clases. Además, entre las actividades más destacadas, está lo que ellos denominan como «Pasporta Servo» (Servicio de Pasaporte), que en resumidas cuentas se trata de una lista de hablantes de Esperanto que ofrecen su casa para acoger de manera voluntaria a otras personas con el fin de aprender el idioma y, de paso, hacer algo de turismo.
El esperantista que quiere alojar a otros gratuitamente en su casa tiene que apuntarse a un listado que se edita anualmente, actualmente en forma electrónica, y se compromete a alojar a esperantistas en su casa durante dos o tres días. Además suele hacer de anfitrión y guía turístico dentro de sus posibilidades. El alojado debe conocer el idioma esperanto, y normalmente suele haber una comunicación previa vía Internet. Cada vez son más los jóvenes que contactan con algún grupo esperantista después de haber estudiado esperanto de forma autodidacta mediante cursos en la red. En Internet hay muchos cursos de esperanto y en muchos idiomas. Un par de ejemplos son kurso.com.br y la página de lernu.net, que incluye un curso con miles de alumnos.
Tu próximo viaje puede comenzar aprendiendo desde tu casa. Para más información sobre «Pasporta Servo»: https://www.pasportaservo.org/