La masiva cantidad de turistas que visitan la ciudad de Barcelona (8 millones en 2015), ha comenzado a generar afectaciones en el medio ambiente y el estilo de vida de los residentes de la ciudad.
Hace algunos años, circulaban por las redes sociales unas fotografías de tres turistas italianos deambulando desnudos por las calles de la ciudad. Ese episodio provocó numerosas protestas promovidas por las asociaciones vecinales, hartas de “este turismo de bajo coste y de borrachera”.
“Aquí hacen lo que les da la gana”, se queja José Antonio, vecino del barrio de La Barceloneta.
En las playas de Barcelona, los restos de colillas de cigarros se han convertido en un grave problema, es por eso que un club de playa está intentando promover su limpieza y cuidado a través de una original estrategia.
Al igual que el verano pasado, el chiringuito Tibu-Ron de Castelldefels, intercambia un vaso de cerveza o refresco por un vaso de colillas de cigarro.
De acuerdo a Raúl Vidal, copropietario del establecimiento: «El objetivo es concientizar a la gente para que abandone esta mala costumbre de tirar las colillas. Una sola colilla puede contaminar tres litros de agua, y tarda entre cinco y veinte años en desaparecer del medio marino»
La estrategia titulada ‘Limpiemos la playa, cuidemos el planeta’ ha generado la atención de los medios de comunicación y se ha viralizado en redes sociales.
¿Tú que opinas de esta estrategia?, ¿cómo pueden las empresas y los gobiernos concientizar a los turistas para que no tiren sus colillas de cigarro en las playas?, ¿alguna vez has tenido la desagradable experiencia de encontrar colillas de cigarro en la playa?