Son incontables las investigaciones, artículos académicos, artículos de prensa, ONG’S, y profesionales que reivindican la importancia del turismo comunitario para el desarrollo económico, social y sostenible de las comunidades que deciden practicar este tipo de iniciativa dentro de sus actividades productivas y societarias. Existe un aporte que es muy significativo pero que poco se ha estudiado y discutido debido a que son escasas las experiencias en el que se producen los siguientes contextos: El turismo comunitario como instrumento para la construcción de paz.
Colombia ha sido un país que ha soportado por más de 50 años un conflicto armado interno que ha afectado a millones de personas alrededor del territorio, especialmente, en zonas y regiones periféricas alejadas a los principales centros urbanos y de desarrollo. En dicho conflicto han actuado múltiples y diversos actores armados, grupos guerrilleros insurgentes, grupos paramilitares, narcotraficantes, grupos delincuenciales, y por supuesto, el gobierno nacional y sus fuerzas militares, lo que ha conllevado a enfrentamientos entre dichos actores, luchas por el control de territorios, y una serie de problemáticas sociales, ambientales, culturales y económicas para las comunidades que han convivido históricamente en escenarios de guerra y de violencia.
Para saber más acerca del conflicto armado en Colombia, sus dinámicas, sus procesos y sus consecuencias, recomiendo la lectura de autores como Alfredo Molano Bravo, Arturo Escobar, Orlando Fans Borda y William Ospina, así mismo, informes del Centro Nacional de Memoria Histórica y del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Retomando la perspectiva de regionalización que ha tenido el conflicto armado, es pertinente mencionar que esencialmente se ha desarrollado en zonas rurales periféricas, aclarando que regiones urbanas también han asumido impactos negativos del conflicto, sin embargo, no de manera directa como su contraparte.
El proceso de paz llevado a cabo en la Habana Cuba entre el Gobierno Nacional y el antiguo grupo armado insurgente guerrillero FARC-EP (Actualmente el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) y el acuerdo de paz firmado entre ambos grupos resultante del proceso de paz, ha sido una voz de aliento para las comunidades que soportaron los enfrentamientos entre ambos grupos, y una oportunidad para que el pueblo colombiano adelante acciones en pro de la reconciliación, la justicia, la búsqueda de la verdad de lo sucedido durante el conflicto y sobre todo, la consolidación de una paz estable y duradera, así mismo, es una oportunidad única para dar a conocer las regiones de Colombia que fueron escenarios de conflicto y que hoy en día presentan oportunidades de desarrollo turístico y de consolidación como nuevos destinos turísticos emergentes.
A continuación describiré los resultados de un proyecto de investigación desarrollado junto a una colega Profesional en Turismo -Valeria Cristancho Garzón- durante el año 2016, en el cual se establecieron los aportes del turismo comunitario al proceso de construcción de paz en la vereda Bocas del Raudal del municipio de San José del Guaviare –zona del país afectada por las dinámicas de la violencia física, armada y estructural del conflicto armado interno colombiano-. Dichos aportes se establecieron mediante un estudio de caso con una entidad que agremia, apoya y representa a las comunidades que históricamente han habitado en zonas de conflicto y que actualmente se encuentran adelantando alguna iniciativa de turismo en pro de la construcción de paz en sus territorios y como una nueva alterativa productiva y de sostenimiento económico, dicha iniciativa es -EcoAmem- o -EcoTurismo Comunitario en el Área de Manejo Especial de La Macarena-. Como resultado de dicha investigación, se identificaron los procesos de gestión, de conformación y de prestación de servicios turísticos por parte de EcoAmem en la Vereda Bocas del Raudal, que sirvieron de base para el análisis de su incidencia en el proceso de construcción de paz en la región.
El nuevo periodo de paz que en la actualidad se presenta en Bocas del Raudal, genera un escenario oportuno para el desarrollo del turismo, por tanto, la comunidad mediante el apoyo de EcoAmem, han adelantado acciones que procuran por el desarrollo de un turismo comunitario responsable medioambientalmente, socialmente incluyente y generador de nuevas oportunidades productivas para la población local. Igualmente, dicha iniciativa representa un producto turístico diferenciador frente a otras iniciativas de turismo comunitario en el país, puesto que en sus características de producto se estructura la interacción con pobladores rurales que han afrontado las dificultades del conflicto armado, contribuyendo dicha interacción a sanar heridas del conflicto en la población local, además de la concientización a los visitantes y turistas sobre la historia del país que poco se conoce, narrada desde la visión de las víctimas directas de la violencia del conflicto armado colombiano.
Referente a los aportes, se identificaron:
- La dinamización de la economía local de la comunidad, que debido a la falta de presencia estatal y a la escasa infraestructura económica básica, tenían pocas opciones productivas para su propio sustento.
- La reintegración a la vida civil de excombatientes, mediante la labor de intérpretes turísticos u otras labores relacionadas con el ejercicio turístico.
- El cambio de estereotipo de violencia en la región.
- El fortalecimiento de los procesos de asociatividad de la comunidad.
- El fortalecimiento de la democratización en la toma de decisiones en el territorio por parte de la comunidad y agentes externos.
- El reasentamiento de población desplazada que por motivos de la violencia en la región tuvieron que desplazarse hacia otras zonas del país, actualmente, son miembros activos o se encuentran interesados en participar de la iniciativa de turismo comunitario.
- La concientización de los turistas y visitantes sobre la historia y los sucesos trágicos del conflicto armado de Colombia.
- La protección del territorio frente actividades productivas depredadoras del medio ambiente.
- Optimización y eficiencia en los procesos de gestión y consolidación del turismo dentro de los territorios de las comunidades.
- Nuevas oportunidades de formación y capacitación laboral y técnica para la población local.
- Valorización de la memoria histórica del conflicto.
- Y, la valorización del patrimonio comunitario con que cuenta la población local de Bocas del Raudal.
Finalizando, quiero rescatar que los colombianos hemos sido un pueblo que históricamente ha soportado muchos infortunios para nuestra gente y nuestro territorio, sin embargo, a pesar de las adversidades y sufrimientos, somos una nación pujante, alegre y con una sonrisa en nuestro rostro que demuestra nuestro ánimos y esfuerzos por cambiar nuestro rumbo y futuro como Estado-Nación.
Cordialmente extiendo la invitación a visitar nuestro país y conocer todo nuestro patrimonio natural y cultural, y por supuesto, los diversos proyectos e iniciativas de comunidades para salvaguardar su patrimonio cultural, natural e histórico mediante el turismo comunitario.
Para conocer más acerca de los resultados de la investigación, pueden contactarse conmigo o con mi compañera Valeria Cristancho Garzón. Adjunto correos ([email protected]) y ([email protected]), así mismo, adjunto la página web de la organización de turismo comunitario EcoAmem, por si desean conocer más acerca de la iniciativa o tener algún tipo de contacto (ecoamem.com)
