En los últimos meses hemos podido observar que las aerolíneas mexicanas promueven ofertas en la compra de boletos de avión debido a las bajas ventas que tuvieron durante el año, éstas han llegado a ser bastante llamativas y con este atractivo bajo costo, lo que provoca que las personas ingresen a sus plataformas a veces solo por curiosidad y terminan comprando un boleto de avión que en muchas ocasiones no tenían planeado. Sin embargo, al momento de finalizar la compra nos da la opción de realizar un pago no contemplado en la reservación: el pago de la TUA (Tarifa de Uso Aeroportuario) y podemos hacerlo en el momento de la compra o en algunas aerolíneas lo permiten el día del vuelo, incluso sin costo extra.
Si deseas continuar con la compra y realizar el pago, podrás observar que en últimas fechas este impuesto se ha ido por los cielos.
Muchos son los comentarios en redes sociales, en donde los usuarios se manifiestan molestos con la aerolínea por dicho costo. Lo consideran un engaño. Entonces la pregunta es, ¿Qué es la TUA y por qué debo pagarlo?
La estrategia mercadológica de las aerolíneas para la venta de sus boletos ha sido separar el costo del boleto de los impuestos, con la intención de atraer la atención de mayor número de personas a sus plataformas, lo cual ha incrementado sus ventas. El pago de la TUA es el impuesto establecido para hacer uso de todos los servicios aeroportuarios; es decir, en términos coloquiales representa el pago de “renta” que la aerolínea realiza a los aeropuertos por el uso de sus instalaciones, como su nombre lo indica “Tarifa de Uso Aeroportuario”.
En México, cada aeropuerto es administrado por empresas externas denominadas de acuerdo al nombre de la empresa privada o gubernamental, las más destacadas son: OMA, AICM, ASUR, GAP, AMAIT, ASA, entre otras. Dichas empresas se encargan de prestar servicios en los aeropuertos y para ello han establecido tarifas que varían en función al servicio solicitado por la aerolínea o particulares, dichos servicios van desde revisión de equipajes, pasajeros, aterrizajes, despegues, estacionamientos de aeronaves en plataforma (pernoctas), pasillos telescópicos, aerocar (transporte de pasajeros a las aeronaves o al edificio terminal), estacionamientos en plataforma para abordaje y desembarque (slots), entre otros.
De esta manera las aerolíneas cubren el pago a los aeropuertos y se continúa haciendo uso del servicio, por estas razones al inicio de la pandemia y el paro parcial que hubo en las operaciones, los aeropuertos incrementaron sus costos, la baja demanda ocasionó dificultades financieras y ambas partes esperaban un apoyo gubernamental, al no tenerlo, se incrementó la tensión en la aviación mexicana. Las administradoras se vieron en la necesidad de ser flexibles en ciertos aspectos con las aerolíneas para tener oportunidades de mejora.
Todo lo anterior toma sentido cuando pueden obtenerse de una buena administración la inclusión y obtención de certificaciones en asociaciones internacionales, ya sea por instalaciones, servicios o seguridad, que benefician a los usuarios en cuanto a más diversidad de destinos, menor tiempo en conexiones, instalaciones aptas para cualquier viajero, seguridad para cada uno de los vuelos y de los aeropuertos y teniendo mayor oportunidad de capacitación e implementación de tecnología.