Una mujer leyendo sobre una calle de Colombia y al fondo se ve una iglesia

El turismo literario, esa fascinante modalidad que invita a los viajeros a sumergirse en los escenarios que inspiraron grandes obras y en la vida de sus creadores, está emergiendo como una tendencia global en constante crecimiento. Lejos de ser un simple pasatiempo, se consolida como un subtipo de turismo cultural que ofrece una experiencia profunda y enriquecedora, y Colombia, cuna de algunos de los más grandes exponentes de la literatura en español, tiene un potencial inigualable para liderar este movimiento.

Viajar entre las letras: Una experiencia en ascenso

El turismo literario se distingue por su capacidad de conectar al viajero con la esencia de un lugar a través de la narrativa. No se trata solo de visitar monumentos, sino de caminar por las calles que inspiraron a un poeta, de imaginar las vidas de los personajes en sus escenarios originales o de sentir la atmósfera que impregnó una novela. Esta motivación tan particular atrae a un público deseoso de ir más allá de lo superficial, buscando autenticidad y una inmersión cultural genuina.

Con sus callejones empedrados, su castillo imponente y su atmósfera gótica, Edimburgo ha inspirado a generaciones de escritores, desde Robert Louis Stevenson (con su misterioso «Dr. Jekyll y Mr. Hyde») hasta J.K. Rowling (cuyos rincones sirvieron de inspiración para el mundo de Harry Potter). La ciudad ofrece tours literarios, el Museo de los Escritores y es sede del Festival Internacional del Libro de Edimburgo, demostrando un compromiso excepcional con su patrimonio.

Nueva Zelanda (por el universo de Tolkien) ha sabido capitalizar su patrimonio literario, creando rutas, museos y eventos que atraen a miles de «peregrinos literarios». Este fenómeno demuestra que el atractivo de una historia bien contada trasciende las páginas y se convierte en un motor de desarrollo turístico y cultural.

También Londres (con sus rutas de Sherlock Holmes o Dickens), Dublín (siguiendo los pasos de James Joyce) y París (con la estela de Hemingway o Balzac) son ejemplos paradigmáticos de cómo una ciudad puede abrazar y promover su legado literario.

Colombia: Un tesoro literario por descubrir

Colombia, con su riqueza histórica y la prolífica imaginación de sus escritores, ofrece un vasto terreno para el florecimiento del turismo literario. Es la oportunidad de reencontrarse con la historia de nuestros escritores y sus obras inspiradas en la vida de los pueblos de nuestra Colombia, esa Colombia olvidada o marginada.

Escritores colombianos que resuenan en el mundo y abren rutas

Gabriel García Márquez (1927-2014): Indudablemente, la figura central. Un recorrido por Aracataca, su pueblo natal, y Cartagena de Indias, la «ciudad amurallada» que tanto influyó en su obra, es un viaje ineludible para cualquier amante de «Cien años de soledad» o «El amor en los tiempos del cólera». El «efecto Gabo» ya ha demostrado un impacto significativo en el turismo extranjero, y este potencial debe ser aprovechado a gran escala.

Jorge Isaacs (1837-1895): Su novela «María» evoca los paisajes del Valle del Cauca, invitando a explorar la hacienda El Paraíso y sus alrededores, reviviendo el romanticismo de una época.

José Eustasio Rivera (1888-1928): «La Vorágine» transporta al lector a la selva amazónica, a la cruda realidad de la explotación del caucho. Si bien sus escenarios son desafiantes, la posibilidad de conectar con esa historia y la lucha de sus personajes en los llanos como el municipio de Orocue y la selva es una experiencia poderosa.

Rafael Pombo (1833-1912) y Julio Flórez (1867-1923): Sus poemas y escritos, aunque quizás no directamente ligados a rutas geográficas específicas, reflejan la sensibilidad y el espíritu de la Colombia de su tiempo, sirviendo de inspiración para rutas temáticas sobre la poesía y el romanticismo colombiano en Bogotá, Usiacurí u otras ciudades.

José Asunción Silva (1865-1896): Icono del modernismo, su vida en Bogotá y sus versos melancólicos ofrecen una perspectiva del Bogotá finisecular y la bohemia literaria.

Simón Bolívar (1783-1830), Antonio Nariño (1765-1823), Tomás Cipriano de Mosquera (1798-1878): Aunque no son estrictamente «escritores literarios» en el sentido de novelistas o poetas, sus escritos, diarios y proclamas son documentos históricos y literarios de inmenso valor. Las rutas que sigan sus pasos son, por definición, rutas de turismo histórico-literario, esenciales para comprender la forja de la nación.

José María Vergara y Vergara (1831-1872), Miguel Antonio Caro (1843-1909), Baldomero Sanín Cano (1861-1957), Soledad Acosta de Samper (1833-1913), Lorenzo María Lleras (1811-1868), Mariano Ospina Rodríguez (1805-1885), Luis Ospina (1949-2014) y Agustín Codazzi (1793-1859): Estos nombres, muchos de ellos menos conocidos por el público general, representan la diversidad de la producción intelectual y literaria colombiana. Sus legados pueden inspirar rutas temáticas sobre periodismo, ensayo, crítica literaria o la influencia de la geografía en la creación.

Ferias del libro: Un punto de partida estratégico

La Feria Internacional del Libro de Bogotá, una de las más grandes de Sudamérica, es un motor cultural innegable. Atrae a escritores, editores y lectores de todo el mundo, creando un ambiente propicio para el intercambio cultural y la promoción literaria. Es el escenario ideal para impulsar el turismo literario, ofreciendo no solo libros, sino también información sobre rutas, talleres y experiencias que permitan a los visitantes extender su viaje más allá de los stands, hacia los lugares donde la magia de las letras cobró vida.

El turismo literario es una tendencia en crecimiento a nivel mundial, impulsada por una demanda de experiencias más auténticas y culturalmente inmersivas. Para Colombia, con su vasta y rica herencia literaria, es una oportunidad dorada para diversificar su oferta turística, visibilizar a sus autores y pueblos, y demostrar que, en efecto, «el turismo entre letras es también una linda forma de viajar». Promover este subtipo de turismo no solo beneficiará la economía local, sino que también fortalecerá la identidad cultural y el orgullo nacional alrededor de un patrimonio invaluable.

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Por Néstor Rodriguez Gallardo

🇨🇴 Escritor de pasión y corazón, con poemas, novelas y relatos de mi provincia de Piojó, Atlántico. Con más de 10 años de experiencia en el sector turístico, tejo historias salvaguardando siempre el patrimonio oral y cultural de mi territorio, buscando inspirar y conectar con la riqueza de nuestros destinos locales y nacionales.

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