El turismo, como actividad productiva, resulta beneficioso en la medida de que genera empleo, regula migraciones laborales, mejora el nivel cultural de la población, y sensibiliza a las personas en cuanto al medio ambiente. Pero también es considerablemente destructivo si no es manejado adecuadamente, ya que puede acabar con la riqueza de los patrimonios naturales, sociales o culturales de cualquier país o región. Esta realidad, y el inminente riesgo de deterioro en los recursos o actividades económicas poco amigables con el medio ambiente, han provocado durante esta mitad del 2019 un fuerte movimiento internacional, nacional y local interesado en convertir las prácticas tradicionales en prácticas sostenibles.
En el caso de México las estrategias para conseguir una economía sostenible son hasta el momento incipientes, pese a que el turismo es uno de los rubros económicos que mayores divisas genera al país. En México es necesaria una mayor transformación de la política turística que permita una visión holística del desarrollo del país, así como establecer un crecimiento ordenado en que se observe la participación del gobierno, la iniciativa privada y la sociedad para el diseño de políticas sostenibles de turismo. Esto permitiría reducir e incluso eliminar las afectaciones ambientales y sociales que muchos destinos turísticos sufren hoy en día.
En México, por ejemplo, la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) pretende ordenar el territorio de manera sostenible garantizando el derecho humano a un medio ambiente sano, lo que abre la posibilidad de medir resultados partiendo del uso de LAC1 (en español: Límite de Cambio Aceptable) y CCT2 (Capacidad de Carga Turística). Con esto, se genera un proceso de retroalimentación para el diseño de políticas públicas que permitan la satisfacción de las necesidades por un medio ambiente sano y aumentar las oportunidades de experiencias de los visitantes de una manera sostenible para con los recursos naturales y culturales, equilibrándolos con el desarrollo social y económico.
Es importante tener en cuenta que el término “Capacidad de Carga Turística (CCT)” aún es de uso común en muchos países como el caso de México y sigue siendo útil para referirse al concepto del establecimiento de límites al turismo con objeto de reducir los impactos negativos en el área determinada. Pero, desde nuestro punto de vista ello no resulta suficiente para hablar de un verdadero turismo amigable, respetable y a final de cuentas que preserve al activo turístico.
Referencias:
- Los LAC establecen límites para que el recurso no desaparezca; así, tratan de definir cuánto cambio es aceptable como resultado de las visitaciones turísticas y cómo manejarlo.
- La CCT no abarca algunas de las variables del desarrollo turístico sostenible. Resultando insuficiente considerar solamente la cantidad de personas/visitas que puede soportar un recurso o entorno turístico.
