La incipiente e inconmensurable industria turística mexicana

El Turismo en México es una industria apenas incipiente, a pesar de que al momento ha dado saldos impresionantemente positivos para la vida económica del país y con efectos en la calidad de vida de los que integramos el sector, puesto que aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país en similares cantidades a las generadas por la industria petrolera o a las remesas extranjeras, de hecho, prácticamente cada año se encuentra dentro del top 5 de ingresos nacionales.

En el año 2015 según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el turismo aporto el 8.7 % del PIB siendo de las cantidades más altas a escala internacional, colocándose en el tercer lugar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  dentro de las naciones potencias de la industria siendo superado sólo por España y Portugal en este sentido.

La industria turística a su vez una importante generadora de empleos tan necesarios para el país, donde ocupa el lugar 13 de la OCDE en el ámbito; Según la Organización Mundial de Turismo (OMT) México se coloca en el lugar 09 por la llegada de turistas internacionales con 32.1 millones de turistas; así mismo ocupa el lugar 17 por ingreso de divisas por Turismo con 17.5 miles de millones de dólares; todo esto también durante el 2015. A su vez, la Secretaria de Turismo del Gobierno Federal anunció en días pasados que en el Foro Economico Mundial se reporta un avance mexicano de 22 posiciones en su Índice de Competividad  de Viajes y Turismo 2017,  durante el periodo del comprendido del 2013 al 2016, pasando de la posición 44 a la 22.

Estas cifras son impresionantes a pesar de que la industria turística no es para el Gobierno de México una política de estado prioritaria o con tanta atención y recursos de estado como por ejemplo la petrolera, lo cual considero un ineficiente manejo de los recursos turísticos y  del generoso capital turístico con el que el país cuenta. Los oficialistas dirán que sí es considerada una política estratégica, lo cual es cierto pero definitivamente las diferencias son palpables; cabe mencionar que esta circunstancia de prioridad con respecto al turismo se ha venido abatiendo año con año precisamente debido a los extraordinarios resultados que religiosamente se obtienen inclusive en los años donde se han presentado crisis de nivel internacional como la de la influenza denominada AH1N1 a finales del año 2009.

Estos y otros datos duros consolidan a México como líder en la materia, estadísticamente hablando las tendencias son positivas e irreversibles, aunque como todo en la vida tiene sus aristas en los cuales se debe poner atención para continuar con ese paso firme que México lleva, como lo son los canceres sociales que lo aquejan y que todos conocemos como la inseguridad, la violencia y la corrupción.

México y los mexicanos contamos con un potencial turístico inconmensurable, nacimos con naturaleza exótica de todo tipo, con una cultura milenaria trascendental, con servicios de alta calidad y con una hospitalidad de índole cultural que fascina a propios y extraños que disfrutan de nuestro país, lamentablemente este potencial ha sido sólo medianamente desarrollado. Imaginemos por un momento y preguntémonos ¿Qué pasaría si colocáramos al turismo como eje fundamental de la vida económica y política del país? Sinceramente creo que otro gallo nos cantaría.

BIBLÍOGRAFIA

Omar Alberto Rodríguez López: Soy un profesional de la calidad y un apasionado del turismo que mantengo la firme decisión de contribuir con el bienestar de México. "Hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente."
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