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La Familia Viajera Giusiano los 6G
La Familia Viajera Giusiano, los 6G / Imagen cortesía.

De Argentina para el mundo: la historia de los 6G, la Familia Viajera Giusiano

Muchas personas desde pequeñas sueñan con conocer todo el mundo. La inspiración para ellas puede nacer de muchos lugares: de cuentos infantiles, películas, música, o simplemente nacer con la chispa de viajero. También es común que al crecer, cuando parece que tenemos encaminados nuestros planes de recorrer el mundo y estamos enfocados en cumplirlos, nos encontremos con algo inesperado: el amor, quizá.

Eduardo tenía, desde niño, el sueño de viajar y conocer el mundo. El sueño de Alejandra era el de una familia grande y una vida tradicional. La vida los cruzó, y el desafío ahora estaba en lograr fusionar esos sueños que parecían dispares. Hoy, luego de 25 años, más de 50 países recorridos en los 5 continentes y 4 hijos, esos sueños que parecían disímiles se convirtieron en uno, el más importante, el que se construyó a lo largo del tiempo y del cual los 6 integrantes de esta familia son guardianes. 

Esta es la historia de los italo–argentinos conocidos como los 6G o Familia Viajera Giusiano, contada por Eduardo, uno de sus protagonistas.

Eduardo, ¿Cómo inicia este sueño individual y se transforma hasta llegar a ser hoy una Familia Viajera?

Como bien dice la introducción, este proyecto de vida es la comunión de un par de sueños muy disímiles. El mío, es el de los viajes.

De pequeño me visualizaba en lugares remotos, sumergido en culturas diversas, explorando los misterios de la historia. Alimentaba esa imaginación con  mucha lectura y alguna que otra película. Estoy hablando de la década del 70, un mundo tan distinto al de hoy. Da para ampliar mucho sobre esto, que de hecho lo hago en el segundo libro (Guardianes de sueños II, que todavía no vio la luz). Esos sueños los transformaba en visiones y esas visiones, mi mente se proponía hacerlas realidad.

Por otro lado, Alejandra hacía lo propio con los suyos, era la parte de “familia” de este proyecto, una familia grande, de vida tradicional. El desafío que nos proponía la vida al cruzar nuestros caminos estaba focalizado sobre esos sueños, en dejar alguno de lado, los dos o tal vez seguir caminos diferentes. Forjar un tácito proyecto en común, fue nuestro rumbo.

No tuvo que ver con acuerdos ni una negociación técnica sobre cuántos hijos ni cuántos países. Podría decirse que cada uno se fue enamorando del sueño del otro, y así empezamos a caminar esta nueva etapa donde se fueron sumando poco a poco las hijas, los hijos y las tradiciones aventureras.

El término “familia viajera” fue una autodenominación tomada mucho antes de que fuera tan popular y utilizada en todos lados. Fue antes del advenimiento de las redes sociales, y simplemente resumía de alguna manera lo nuestro: Familia + Viajes. Pero como viajeros, no como turistas, porque el objetivo era y es, ir un poco más allá. No solo conocer sino también involucrarse un poquito en esa lejana cultura. Esto da también para ampliar, y mucho.

Más tarde, nos rebautizaría una periodista como “los 6G” (6 Giusianos), apodo al que les dimos más cabida ante la utilización masiva del término “familia viajera”, ya que nos identificaba entre la multitud.

La Familia Viajera Giusiano
Eduardo, Alejandra, Sofía, Sabrina, Matteo y Tomás / Imagen cortesía.

¿Cómo fue y es el proceso de planificar, solventar y realizar un viaje en familia y comenzando con niños pequeños?

Este es todo un apartado en sí mismo. No hay grandes, ni mágicos secretos, hay un proceso de aprendizaje. Primero viajando solo, luego en pareja, luego con uno, dos, tres y cuatro niños, hoy entre adultos y adolescentes. 

Suelo mencionar que tuvimos dos evoluciones en nuestra historia, una técnica (cómo lograrlo) y una espiritual (para qué hacerlo). Se fue generando todo un sistema de gestión detrás de cada travesía con, justamente procesos, planillas de control y seguimiento, diseño de equipo, etc. Por dar un ejemplo, cada integrante tiene un código de color para su equipo. Aquí primó mi formación como ingeniero, cabe mencionar.
Nos fuimos preparando física y mentalmente, de esto tengo un montón de anécdotas, ya que hasta defensa personal y escape estuvieron en la lista de entrenamiento. A esto se sumaron los preparativos médicos, de alimentación, idiomas, pautas culturales, etc. No eran viajes, eran travesías con alto grado de preparación y con un mínimo de equipaje. Muchas horas de trabajo en redes, para conseguir contactos locales y pasajes de bajo costo. Muchísimo foco en la economía familiar, dejar de lado muchas, muchas cosas para poder financiar el proyecto. Aprender a tomar riesgos también fue una parte importante de ese “cómo lograrlo”, teniendo en cuenta nuestras limitaciones de tiempo y dinero. En fin, un tema largo y profundo, con muchas aristas, pero que puede volverse fascinante.

La Familia Viajera Giusiano con una comunidad originaria
La Familia Viajera Giusiano / Imagen cortesía.

Todos estos años de aventuras en familia seguramente dejó en ustedes muchas experiencias, aprendizajes y momentos únicos. ¿Hay alguno en particular que recuerden o sea especial para los 6?

Hay tantos, tantos que se me hace muy difícil elegir uno. Tal vez puedo contestar de manera más general ampliando esa evolución espiritual que mencioné.

Hay un antes y un después luego de la India, algo cambió en el interior, algo que no puedo explicar. Pero los viajes dejaron de ser solo viajes y pasaron a ser una pequeña misión de acercar culturas. Ayudar a derribar paradigmas y mitos con nuestra propia experiencia en alguna lejana parte del mundo. Demostrar con vivencias que no importa el color de la piel, el tamaño de los ojos, cómo vestimos, qué comemos, qué creemos o a qué dios adoramos, entre tantas diferencias, en todas partes del mundo vamos a encontrar personas buenas, y de las otras. Pero que la esencia de la humanidad es buena. Tenemos que dejar de lado prejuicios y odios sembrados. Tenemos que dejar de lado el generalizar por lo malo, y dar más espacio y energía a apreciar lo bueno. Tenemos no solo que respetar nuestras diferencias sino apreciarlas, disfrutarlas. La armonía del mundo pasa por ahí. Cuando me tocó dar una charla Tedx, ese fue el mensaje. No cómo alcanzar los sueños, sino la invitación a apreciar nuestras diferencias. 

Nuestro legado en vida para nuestros hijos son esas vivencias y el haber cultivado su interior a partir de entrar en contacto con las distintas facetas, matices y épocas que conviven en el mundo. Nuestro pequeño legado a quienes siguieron nuestras aventuras de cerca, es el mismo. Muchas de las vivencias que se me vienen a la mente, terminan en abrazos y ojos húmedos de despedidas. Es maravilloso cómo se pueden conectar las almas en poco tiempo cuando uno viaja con la mente y el corazón abiertos.

Estos aprendizajes y muchísimos otros conforman ‘Guardianes de Sueños’, el primer libro. ¿Qué podés contarnos sobre la experiencia de escribirlo?

Así como escapé en la anterior pregunta a contarte una anécdota específica, escapé durante muchos años al pedido de escribir el libro. 

Escribir un libro fue un sueño jamás soñado. Nunca me imaginé escribir un libro y menos dos. La experiencia fue alucinante, maravillosa. Fue volver a vivir, fue viajar en el tiempo. El empujón final me lo dio el escritor y periodista Sergio Sinay con quien tengo una hermosa amistad. Él, en una reflexión que me impactó profundamente, sembró incluso hasta el título. A su planteo de porqué no escribía nuestra historia, respondí que no consideraba que fuera para tanto, que había otras de gente que se había largado a la aventura y no había vuelto, y que yo, a duras penas y con mucho esfuerzo, armaba una desafiante travesía, pero luego volvíamos a nuestra vida tradicional (casa, escuelas, trabajo, cumpleaños, navidades, etc). Ahí decidió tocar mi interior diciendo: No estás viendo la fortaleza de tu proyecto de vida. No fue tu sueño o el de Ale, fueron los dos…

Entonces caí en la cuenta de uno de los mensajes que intentan transmitir ambos libros hoy. Que cada uno es el guardián de sus sueños, que está en uno mismo, no solo hacerlos realidad, sino mantenerlos con vida.

Finalmente, ¿Algún consejo para quienes se sientan inspirados en la historia de los 6G y quieran emprender su propia aventura, solos, en familia, o también pensando en una futura familia viajera?

Tal vez el consejo está implícito en la respuesta anterior, donde la responsabilidad de alcanzar los sueños está en cada uno. Uno tiene que ponerle acción para lograrlos, no sirve solo con soñar, si no accionamos, será solo una fantasía que se desvanece.

Se deben dejar las excusas de lado. Un gran primer paso es sincerarse sobre lo que uno quiere alcanzar y para qué. Se pueden equilibrar las expectativas, se pueden balancear los proyectos para que todos disfruten. Todos los proyectos son válidos, no necesariamente hay que ir a la otra parte del mundo, dormir en el desierto o la selva, cada uno definirá qué quiere y para qué. Repito, todo es válido si se siente correcto.

Sobre viajar con niños, ha sido la experiencia más maravillosa, fueron ellos los que nos convirtieron en viajeros. Son abre puertas naturales para poder adentrarse en culturas distintas a la propia, ya que todas tienen algo en común: el amor a los niños y la idea de familia. Suelo decir que yo no sé si Ale se enamoró totalmente de mis sueños de viajero, pero yo sí del suyo, no hay dudas. A tal punto, que me cuesta enfrentar esta etapa. Luego de 25 años de viajar juntos, saber que debo dejarles espacio para que despeguen y vuelen solos, y vayan detrás de sus propios sueños.

Les dejo para finalizar un escrito de la solapa del segundo libro, que resume ese mensaje que ojalá quede, y que a nosotros nadie podrá ya quitarnos:

“Los viajes dejaron de ser viajes y pasaron a ser una tácita misión de acercar culturas, utilizando nuestro propio ser como nexo. Deambular entre nuestras maravillosas diferencias humanas, nos enriqueció espiritualmente y nos enseñó sobre la necesaria armonía que avanza con el despertar de la conciencia y que sin duda llegará acompañada de luz. Nuestra realidad de hoy es plena aventura, vivimos un mundo impredecible, donde somos actores de cambio. No se queden con solo soñar esa aventura. Atrévanse a vivirla.”

Para conocer más sobre los Giusiano o adquirir su libro, pueden visitar sus diferentes plataformas:

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Acerca de Natalia Parras Zalazar

🇦🇷 A poco de graduarme de Técnica en Turismo y estudiante de Relaciones Internacionales. En mis tiempos libres me dedico a pintar y dibujar, leer, escribir (tengo un libro de divulgación científica en proceso) o sacar fotos; amo viajar, los idiomas, la cultura, y aprender siempre que pueda. Orgullosa y agradecida de ser de Latinoamérica.

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