Hoy he vuelto. Como casi siempre vuelvo a los sitios porque siempre encuentro algo nuevo y, aunque en muchas ocasiones son las mismas personas a las que encuentro, me produce satisfacción encontrarme con ellas y aprender de sus explicaciones y comentarios.
El punto de regreso es Traiguera, provincia de Castellón, España. Junto a la rotonda nos espera Vicent, esa persona que nos va a enseñar la población y, cómo no, el Real Santuario de la Virgen de la Salud, que con tanto ahínco y énfasis narra sus particularidades y peculiaridades.
Llegamos y nos conduce a la iglesia pasando por los portales y las murallas. Abre el templo y nos explica su historia y construcción; entramos en la pequeña sacristía que alberga una importante colección de objetos de gran valor sentimental e histórico para esta población del Baix Maestrat.
Particularidades de la iglesia como el campanario y su unión a la iglesia, la preparación de la fiesta romana que se organiza de inmediato y otros aspectos dan inicio a un paseo por el casco urbano, pasando por delante del Ayuntamiento y contemplando sus ventanas góticas para iniciar el camino hasta el Santuario.
Los tres kilómetros que recorremos para llegar a nuestro destino están bordeados de olivos, que este año tienen una escasa cosecha. Los bancales están limpios. Se les ve muy bien cuidados; no en vano la aceituna y el aceite tienen una gran importancia en la zona. Llegamos. Su imponente Cruz Cubierta nos da la bienvenida y tras ella nuestro objetivo: Real Santuario de la Virgen de la Salud.
Nos acercamos hasta el lugar en el que se encuentra la fuente original en la que se encontró la Virgen. Vicent nos explica un sinfín de cosas del Santuario y de sus estancias y seguidamente accedemos a la iglesia, no sin antes explicarnos con detalle el pequeño picaporte que existe en la puerta y su carácter de fertilidad y abundancia que ello representa ante la sonrisa de los presentes.
La iglesia, perfectamente restaurada por «La Luz de las Imágenes» (Fundación de la Comunidad Valenciana) nos muestra los restos de las pinturas originales en las paredes hasta que llegamos al altar, en el que sus imágenes nos enseñan una perfecta policromía y el sentido de las sombras de los personajes encuentra la respuesta en la boca de nuestro “explicador”.
Visitamos las dependencias del Santuario y atendemos las explicaciones sobre la caja fuerte y salimos hacia el exterior de las dependencias dejando atrás este magnífico paraje nacido junto a una fuente que da nombre al lugar y que, además, acoge la Casa del Capellans, un buen restaurante que se sitúa en un precioso claustro y en comedores interiores en los que se puede degustar una excelente cocina con productos de la zona. Una experiencia muy agradable que se complementa con buenos placeres para el cuerpo.
Fotos del Real Santuario de la Virgen de la Salud
