Las representaciones sociales, una pieza clave en el conocimiento turístico

Imagen únicamente ilustrativa / debateplural.com

Conocer: una palabra tan común, completamente insertada en nuestro lenguaje cotidiano, tiene su origen etimológico en el latín cognoscere, si a esta se le suma el sufijo “miento” se obtiene el término “conocimiento” que se refiere al resultado de conocer algo.

El conocimiento del sentido común y el conocimiento científico (Piña y Cuevas, 2004) componen gran parte del conocimiento acerca del mundo que hoy se conoce, aunque la diferencia entre uno y otro es muy marcada, ambos forman parte fundamental de los imaginarios colectivos, sin embargo el conocimiento del sentido común tiene una estrecha relación con la teoría de las representaciones sociales porque ambos tienden a caracterizarse por un rasgo de informalidad tanto en la veracidad o el origen del propio conocimiento popular, debido a esto resulta más extenso el estudio de las representaciones sociales pues no solamente comprende el averiguar los factores que constituyen a las representaciones sociales sino también analizar las repercusiones que las mismas representaciones sociales tienen en el tejido social y en el comportamiento y la postura de la gente hacia diferentes realidades sociales. Este hecho fue de gran relevancia en un principio para Emile Durkheim, quien fue el primero en tocar este tema bajo el concepto de “representaciones colectivas”. 

«El dinamismo de las representaciones sociales es impresionante y capaz de modificar todo un aparato social.»

Las representaciones colectivas condensan la forma de pensamiento que impera en una sociedad y que irradia a todos sus integrantes (Piña y Cuevas, 2004), Durkheim afirmaba que en una sociedad siempre existe una construcción de ideales que insertan al mismo sujeto en la sociedad, donde adopta todo un conglomerado de valores, costumbres que guían su comportamiento y la hacen partícipe de toda un conglomerado social, sin embargo Serge Moscovici en 1961 entrega al mundo del conocimiento de las ciencias sociales el concepto “representaciones sociales” que simpatiza en cierto modo con lo que Durkheim planteaba respecto a las representaciones colectivas sin embargo, Moscovici explica que no todos los productos sociales son representaciones sociales ya que estas se caracterizan por tener facilidad de transmitirse socialmente, cambiar las normas de convivencia por el gran impacto que tienen en el aparato social pues no son estáticas y tienden a modificarse, nutrirse de todo un conjunto situaciones que no sólo se mueven dentro de la misma sociedad, sino los escenarios en los que se desarrolla la vida en social como la escuela, el trabajo , el hogar.

Una de las funciones más sobresalientes que tiene el estudio sobre las representaciones sociales es que fungen como puertas para la exploración de diferentes formas de vida junto con su componente cultural implícito, que hace posible la visualización analítica del porqué los comportamientos o ciertas inclinaciones sociales de la compleja sociedad. En este sentido existen una gran cantidad de repercusiones en muchas actividades humanas como lo es el turismo, pues como se mencionó antes el dinamismo de las representaciones sociales es impresionante y capaz de modificar todo un aparato social.

El turismo es presa fácil de las representaciones sociales que se forman en los lugares donde el turismo tiene participación social activa, los destinos tienen alrededor todo un conglomerado de conocimiento popular que constituye una idea generalizada que algunos prefieren llamar “reputación” que impacta en gran manera no solo al turismo del presente sino también al turismo del futuro. Esto puede derivarse en un comportamiento masivo que puede ser negativo o positivo, porque al final las representaciones sociales enmarañan todo un conjunto de saberes, experiencias, mitos, verdades y expectativas que muchas veces encuentran cabida en actitudes que provocan fenómenos que por pequeños que sean a veces tienen gran resonancia; por ejemplo:

…hace un tiempo una turista chilena sufrió un accidente en Quintana Roo, México, que lamentablemente la llevó a la muerte, este hecho tuvo un gran eco en el país andino, se comenzaron a construir imaginarios colectivos que tomaban información de todo tipo, que engrandecían la realidad pues en el accidente no tuvo que ver con ninguna ineficacia del estado mexicano, fue un accidente que le puede pasar a cualquiera, sin embargo había muchas personas que comenzaron a dar opiniones muy acaloradas sobre México, todo esto influyo para que muchos visitantes chilenos comenzaran a cancelar sus viajes a México porque se construyó un imaginario social  respecto a una situación que terriblemente fue fortuita, no quiere decir que a todos los visitantes que llegan a México les va a pasar pero sin embargo generó una reacción fuerte y negativa.

Es por eso que las construcciones sociales tienen una gran capacidad de cambio de las mismas realidades porque su base es la comunicación y se solidifica en conocimiento popular puro, de fácil ensanchamiento y accesibilidad; por esta razón es una pieza clave en el conocimiento turístico.     

Arturo Escobedo: 🇲🇽 Profesional en turismo especializado en gestión cultural, sustentabilidad y social media con proyectos realizados en México, Perú y Colombia.
Entrada Relacionada
Entradas recientes