Aunque el término fuera raro e incluso gracioso cuando empezamos a escucharlo, hoy se ha convertido en parte de nuestro ecosistema urbano. Salen en las noticias, se habla de ellos en las redes, puede que incluso conozcas algunos. Son los “nómadas digitales”, y no se trata de gente con turbante y camello cruzando el desierto con una computadora, ni de familias vestidas con pieles que arrastran a su perro y su ganado por las llanuras de Europa. Son fruto de la existencia de muchos trabajos que no requieren estar en un sitio fijo para desarrollarlos. Y están transformando el mundo.
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Cómo se crea un nómada digital
Hablamos de un nómada digital cuando tenemos a una persona que, gracias a la tecnología, hoy puede trabajar desde cualquier lugar del mundo, sin necesidad de atarse a un puesto de trabajo físico al que deba acudir cada día.
Esta modalidad era improbable hace 20 años. Pero hoy, la conexión a internet, la mensajería electrónica e instantánea, las videollamadas, los programas y plataformas de gestión y organización laboral… todo ello permite realizar muchos trabajos desde cualquier sitio donde tengas electricidad y conexión a internet: redactores y gestores de datos, profesionales del marketing, el diseño, la consultoría o el desarrollo, y similares.
La primera consecuencia de este teletrabajo es que hace innecesario el desplazamiento al puesto de trabajo. Puedes trabajar desde casa y se acabó el auto, el transporte público, o lo que fuera. Más barato, más práctico y más sostenible.
La segunda consecuencia es que tu casa podría estar en cualquier parte, si tus circunstancias personales lo permiten. En muchos casos no es así; a menudo tenemos anclas que nos mantienen en el lugar de origen. Familia casi siempre: hijos demasiado pequeños para según qué aventuras, padres a los que no se quiere dejar o a los que se debe cuidar, abuelos… Otras veces, sencillamente, la persona no quiere moverse.
Pero si quiere moverse y puede hacerlo, tiene ante sí posibilidades interesantes: viajar a un país o región donde se viva bien, se pague menos que en casa y la vida en general sea más barata mientras el nómada digital sigue generando ingresos al nivel que antes lo hacía. Es decir: vivir en condiciones más ventajosas, al tiempo que se viaja por el mundo y se descubren otros países.
¿Cuáles son los destinos preferentes de los nómadas digitales?
Existen diversos criterios a la hora de elegir destino. La existencia de descuentos o exenciones en los impuestos, la conexión a internet del país, los ingresos mínimos necesarios para vivir, el sistema de salud del país, el costo de la vida, su popularidad turística… Algunos sitios han creado incluso rankings numéricos de países para nómadas digitales. Aquí tienes otro que hace algunos cambios importantes, pero no sorprende a nadie que España esté siempre el primero.
Y es que España, si bien no ofrece periodo de exención de impuestos y los mantiene entre el 19% y el 24%, tiene un excelente sistema de salud, una belleza brutal que atrae muchísimo turismo, y el costo de la vida es perfecto para trabajadores de países con sueldos más elevados.
Ahora bien, ¿qué otros países son ideales?
- Emiratos Árabes Unidos: en segunda posición global tras España, EAU es en 2025 un destino soñado para muchos. Ofrece visado para nómadas digitales, una infraestructura modernísima, conexión a internet de alta velocidad, y un entorno cosmopolita en el que no se gravan impuestos sobre los ingresos.
- Portugal: su clima, la comunidad local, las posibilidades de coworking, y la visa D7 han atraído a muchos británicos y otros trabajadores del norte de Europa hacia Portugal en general, y Lisboa en particular.
- Chiang Mai (Tailandia): Tailandia es un destino cada vez más popular para los nómadas digitales por el bajo costo de vida y sus espectaculares entornos. La comunidad de nómadas allí es fuerte y está consolidada, y existen diversos visados que te pueden ser útiles, desde el de turista prolongado hasta la visa educativa.
- México: Ciudad de México tiene otra importante comunidad de nómadas instalados y enamorados de su cultura vibrante. Hay buena oferta de coworking, y el costo del consumo local es muy bajo.
- Europa del este: Albania, Georgia, o ciudades búlgaras como Bansko, o Sofía, son un destino también muy interesante. En Georgia puedes tener un visado turístico muy extenso y los precios son bajísimos. En Albania puedes tener una estancia de un año solo entrando, y en Bansko encontrarás alquileres por debajo de 300 dólares al mes.
- Bali (Indonesia) y Da Nang (Vietnam): si te llama Asia como destino, pero no Tailandia, tanto en Indonesia como en Vietnam tienes opciones excelentes, son destinos emergentes cada vez más escogidos por los nómadas gracias a los bajos costos, unas infraestructuras excelentes y, en fin, si son destinos paradisíacos, por algo será.
Herramientas y plataformas con las que convertirte en un nómada digital
Estos nuevos inmigrantes, para vivir en el nuevo país al que se trasladan, necesitan organizarse con todas las herramientas digitales a su disposición. Entre ellas:
- Portales de trabajo remoto o freelance: FlexJobs, Upwork, IGLU, Remote.co… Este tipo de plataformas ofrece trabajos en remoto que se pueden ejecutar y cobrar desde cualquier país, y si el nómada digital no trabaja para ninguna empresa en particular, son la base de su supervivencia.
- Comunidades online: Es ideal contactar con gente que piensa como tú y ha hecho lo mismo que tú. Los nómadas digitales, como cualquier inmigrante, se buscan entre ellos para agruparse en comunidades con cosas en común. Y ponen en marcha plataformas con guías de sus ciudades, listados de trabajos, eventos, info sobre descuentos y redes de apoyo en general. Sitios como Digital Nomad World te serán de gran ayuda.
- Alojamiento especializado: mudarte significa cambios de vivienda; hay una casa que dejas en tu país de origen y una en la que tendrás que vivir allí donde llegues. Si tu casa es tuya, puedes ponerla en alquiler y usar ese dinero para la que alquiles donde vayas. O puedes intercambiarla temporalmente con plataformas como Swaphouse. Para alquileres más “normales”, sitios como Kindred, Airbnb, Fairbnb o Booking te irán bien. Si no, en Coliving.com u otros sitios de coliving encontrarás una experiencia comunitaria y con coworking integrado, lo que a muchos nómadas les encaja.
- Herramientas de trabajo digital: Puede que para trabajar desde otro país necesites afinar muchísimo la eficacia de tu teletrabajo. Para ello te pueden ayudar infinidad de herramientas. Para cuestiones de gestión, Slack, Trello, Asana resultan ideales. En cuanto a la gestión financiera, apps como Bunq te serán muy útiles para comprobar cada transacción y tener control total de tus operaciones de forma sencilla. Si viajas o convives en grupo, Tricount o Splitwise te ayudarán a repartir los gastos de la forma adecuada. NordVPN, o algún programa de VPN que enmascare tu posición geográfica, es una herramienta también muy útil para el nómada digital, ya que algunas aplicaciones particulares (de trabajo, pero también de ocio, como por ejemplo un casino en vivo online, cuyo acceso responde a legislaciones nacionales particulares).
Consejos básicos para el o la nómada digital
Si estás decidido a pasarte a este estilo de vida y conocer otros países viviendo en ellos largas temporadas mientras trabajas de lo tuyo, sería bueno no perder de vista estos aspectos clave:
- Atención a los aspectos legales y fiscales: obviamente, no puedes irte a vivir a un país sin conocer bien todos los requisitos legales y fiscales para poder entrar, vivir y trabajar. Mira qué tipo de visados puedes obtener, si hay programas con requisitos de ingresos mínimos, obligaciones fiscales…
- Cálculo preciso del costo de la vida: haz los números de forma realista, no sea que el país no sea tan barato como contabas y te veas justo.
- Salud y seguridad: viajar con un seguro internacional es imprescindible. Además, deberías informarte bien sobre las condiciones sanitarias del país de destino, y qué atención médica vas a recibir. Puede que te veas joven, fuerte y sano, pero cualquiera puede lastimarse un tobillo, cortarse un dedo o enfermarse. Tener acceso a la atención e infraestructura sanitaria del país es imprescindible.
- Integración: uno no vive en una postal, y si has escogido un país determinado para vivir, no vas a vivir solo en su paisaje, sino con unas personas, los locales, cuyo idioma estaría bien que hicieras por aprenderlo aunque sea un poco, y cuya cultura deberías conocer.
El lado malo del nomadismo digital y los errores que deberías evitar
Toda inmigración genera retos y desafíos, pero cada tipo de inmigración genera los suyos. En el caso del llamado nomadismo digital, la problemática viene por la diferencia de ingresos positiva para el inmigrante en comparación con la de los locales.
Aunque a priori puede parecer buena cosa que venga a vivir gente con buen nivel adquisitivo (y quizá ahí radica parte del clasismo implícito en ponerles un nombre especial, “nómadas digitales”, para distinguirlos de un inmigrante clásico, que suponemos de bajo nivel adquisitivo y forzado a emigrar), y en parte lo es, ya que generan gasto en el país, una consecuencia negativa es la gentrificación de los barrios, la falta de viviendas y el inevitable alza de precios.
Y es que los propietarios de departamentos siempre están dispuestos a subir algo más el alquiler si han de dejárselo a un nómada digital con altos ingresos. Eso empuja hacia arriba los precios de compra o alquiler en los barrios, que al final se llenan de esos inmigrantes “problemáticos”, que acaban haciendo gueto o burbuja. De este modo, los locales se ven cada vez más imposibilitados para vivir en los centros y barrios más atractivos de sus ciudades; son expulsados por estos nómadas. En algunos barrios de México los incrementos de precio están llegando al 30%.
Obviamente, son situaciones que, cuando comienzan a dispararse, generan animadversión en la población local. Animadversión que no hace más que crecer si encima existen ventajas fiscales para el nómada y carga total para el local.
Es interesante tener en cuenta estos aspectos antes de trasladarse, y una vez en el sitio, es buena idea hacerlo todo por integrarse en la comunidad y aportar a ella. Buscar un sistema de alojamiento que no contribuya a esa gentrificación es ideal, pero al menos que la comunidad local vea en el que llega la voluntad de conocer de verdad el lugar al que se han trasladado… y sus gentes. Y no solo beneficiarse de precios bajos, vistas bonitas y ventajas fiscales.
