He aprendido a amarte…
He aprendido a amarte con cada línea geográfica, con cada amanecer y atardecer de cualquier lugar del mundo, donde el sol se despide y da la bienvenida a la luna, creando un espectáculo que nunca deja de asombrar.
Cada rincón que he explorado ha sido una lección, una invitación a descubrir no solo paisajes, sino también las historias que los habitan.
He aprendido a amar tu identidad, tus icebergs con profundidad, esos gigantes de hielo que flotan majestuosamente en los océanos, recordándonos la fuerza y fragilidad de la naturaleza.
Me has enseñado a ser yo, a vivir cada momento al máximo, a no dejar que la rutina apague mi curiosidad y mi deseo de aventura.
Eres toda una experiencia, un recuerdo guardado y mostrado en el momento exacto donde las risas y las lágrimas tienen cabida, donde cada emoción se entrelaza con la belleza del entorno.
Cada viaje es un capítulo en el libro de mi vida, lleno de personajes únicos y paisajes que se convierten en parte de mi historia personal.
Cada mínima letra, cultura, región o distrito te representa; eres el sueño que todos deberían tener, un anhelo por explorar lo desconocido y abrazar lo diverso.
Eres el avión que nunca dejará de volar, llevando consigo las esperanzas y sueños de quienes buscan algo más allá de su horizonte habitual.
Eres el crucero que atraviesa todos los océanos con cada idioma aprendido, convirtiendo las barreras en puentes que unen corazones.
Eres cada submarino que hace lo imposible, hasta llegar a todas las profundidades del ser humano, explorando no solo el fondo del mar, sino también las profundidades de nuestra propia existencia.
Eres vida,eres amor,
eres pasión,
eres adrenalina en cada paso,
eres descanso en medio del caos,
eres comodidad cuando el mundo se vuelve incapaz,
Y en cada uno de esos momentos, me recuerdas la importancia de encontrar un equilibrio entre la aventura y la serenidad.
Eres aquel que impulsa a salir de la zona de confort, a desafiar mis límites y a descubrir lo que realmente significa estar vivo.
Eres esa experiencia invaluable. Tan invaluable, que eres el último suspiro del ser humano, ese anhelo constante por escapar y descubrir.
Eres esa familia que acoge a cada extranjero, brindando calidez y hospitalidad en tierras lejanas.
Eres ese servicio que satisface las necesidades del alma, proporcionando un respiro en medio del caos cotidiano. Que nos da un suspiro, esa sensación de libertad y tranquilidad que solo se encuentra al dejar atrás lo familiar y aventurarse hacia lo desconocido.
Desde que te conocí, mi mundo gira en torno a ti; sin querer, en ti me escondí, porque en medio de la oscuridad, tu luz me aceptó, tal y como soy.
Eres una forma de vivir, un estilo que transforma la manera en que percibo el mundo. Por eso, Turismo, esto es para ti, por ser el hilo conductor de mis memorias, el motor de mis sueños y el refugio de mi espíritu inquieto.
A través de ti, he aprendido que la vida es un viaje interminable, lleno de maravillas por descubrir y conexiones por forjar. Te llevo siempre en mi corazón, como un recordatorio constante de lo que significa vivir plenamente.
