La ciudad de San Francisco de Quito, cuya fundación española se conmemora cada 6 de diciembre de 1534, posee una riqueza histórica que trasciende las crónicas de la Conquista. Su valor patrimonial radica, en esencia, en el intrincado proceso de sincretismo cultural que ocurrió sobre las cenizas de la antigua urbe inca, tras la resistencia heroica liderada por el general Rumiñahui. Este evento no fue solo un acto administrativo de toma de posición por parte de Sebastián de Benalcázar, sino el nacimiento de un nuevo núcleo que heredó una ubicación geográfica estratégica y una profunda memoria prehispánica (Benalcázar, 1534).
La decisión de levantar la nueva villa en ese precioso valle andino garantizó el desarrollo de la ciudad en un entorno natural majestuoso, junto al imponente volcán Pichincha, fusionando así el legado indígena con la fastuosidad colonial. Por otro lado, aunque todo el mundo celebra el 6 de diciembre, la fundación de Quito fue firmada la primera fundación en agosto como Santiago de Quito por Diego de Almagro, en Liribamba, cerca de la actual Riobamba. El propósito temprano de la fundación era puramente táctico, ya que se necesitaba establecer la jurisdicción española sobre el territorio antes que el conquistador Pedro de Alvarado, que venía de Guatemala.
Así mismo, el reconocimiento como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1978 no fue casual, sino la culminación de siglos de preservación de su invaluable Centro Histórico, donde se ha concentrado un conjunto de algunas de las edificaciones antiguas mejor conservadas de Latinoamérica, extendiéndose a lo largo de 320 hectáreas. Su diseño de damero emula el urbanismo renacentista español; alberga joyas arquitectónicas que son testigos vivos de la Escuela Quiteña de arte.
Los conventos, las iglesias y capillas como la Iglesia de la Compañía de Jesús con su impresionante pan de oro o el Convenio de Cantuña con historias como la de Cantuña; y otros son museos de arte sacro que narran historias de fe y destreza de los pobladores indígenas que fueron educados por los españoles. Este tesoro arquitectónico y artístico hace que Quito sea un destino turístico imperdible en Ecuador, donde las calles y plazas invitan a viajar en el tiempo.
Más allá de su arquitectura, Quito ostenta el título de «Luz de América», un apodo ganado por su papel pionero en los movimientos independentistas. El Primer Grito de la Independencia, ocurrido el 10 de agosto de 1809, sentó un precedente fundamental en el proceso de emancipación de la región, consolidando la ciudad no solo como un centro religioso y artístico, sino como una cuna de pensamiento político y resistencia (Ayuntamiento de Quito, 1809). Esta rica narrativa histórica proporciona una capa adicional de significado para el turismo moderno.
Para la experiencia de viajes, los datos de la fundación y la posterior Real Audiencia de Quito son pilares de la narrativa; pero también la historia de la cultura Quitu-Cara, el legado del Inca y el esplendor de la Escuela Quiteña Americana proveen un mejor y profundo contexto para la visita. Por esa razón, la capital ecuatoriana Luz de América es un patrimonio vivo, es el motor de un turismo cultural responsable, invitando a ser testigos de una historia resistente, arte y profunda identidad andina de un atractivo de talla mundial.
El sincretismo se hace palpable en la imaginería, ya que las representaciones de la Virgen María llevan rasgos andinos, los arcángeles visten ropajes inspirados en la nobleza inca, y el uso de técnicas como el encarnado (para simular la piel) y el estofado (para crear texturas en las vestiduras) sobre la madera dota a las esculturas de un realismo conmovedor. Este tesoro artístico convierte a las iglesias quiteñas en verdaderos museos de arte sacro que narran la historia de la fe y la destreza local.
Entre otros lugares que visitar en el Centro Histórico, que resalta en arte barroco y quiteño, están la Basílica del Voto Nacional, la Plaza de la Independencia, el Palacio de Carondelet, la Catedral Metropolitana, el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal, El Panecillo, los museos de arte e historia Alberto Mena Caamaño, la Iglesia Santo Domingo, el Museo de la Ciudad, el Museo Fray Pedro Gocial, el Museo Sucre, el Museo de las Conceptas, etc., que te harán apreciar el patrimonio cultural de la Carita de Dios (Quito-Ecuador).
Referencias
- Ayuntamiento de Quito. (1809). Acta de Independencia del 10 de agosto. Archivos de la Ciudad.
- Benalcázar, S. de. (1534). Acta de Fundación de San Francisco de Quito. Archivos de Indias.
- García, M. (1998). La Escuela Quiteña: Arte y sincretismo en los Andes. Editorial Abya-Yala.
- UNESCO. (1978). Reporte sobre la Declaratoria del Centro Histórico de Quito. Documento Oficial WHC-78/Conf. 01.

