Catedral de Tlaxcala vista desde un dronCatedral de Nuestra Señora de la Asunción (Tlaxcala).

Ven y descúbrelo por ti mismo…

Hoy quiero mostrarte, a grandes rasgos, este pequeño gran estado. Con el tiempo te compartiré más detalles que lo hacen único.

Este octubre celebramos los 500 años de la fundación de la ciudad de Tlaxcala. Es una ocasión muy especial para detenernos a mirar y reconocer todo lo que tiene para ofrecernos.

Es también una oportunidad para revalorar su legado histórico tan importante para nuestro país. Por eso la han llamado: «Cuna de la Nación» y hay quien piensa que sin Tlaxcala no habría México, ya que su historia dio inicio a distintas estructuras que unieron dos continentes, y algunas de ellas aún siguen vigentes y entremezcladas con la vida contemporánea y con las experiencias que buscan los viajeros de hoy.

Un centro con alma

Cuando llegas a este pequeño estado, la capital: Tlaxcala de Xicohténcatl sorprende y encanta a primera vista.

Su centro histórico, los portales llenos de color, el Palacio de Gobierno con sus murales, la Plaza de la Constitución y el Ex Convento Franciscano, que es una joya colonial, reconocido hoy como patrimonio mundial por la Unesco. Es ahí donde se estableció por primera vez un intercambio cultural entre los pueblos indígenas y los europeos. Ahora, solo imagina por un momento cuántas historias han pasado por ahí, cuántas familias. Es el mismo lugar, en otro tiempo.

Considero que cuando llegas a algún lugar, también se puede sentir la vibra o la energía. En Tlaxcala es cálida, tranquila y tiene un encanto especial que sorprende a todo el que lo visita. Te recomiendo ampliamente venir a comprobarlo. Quien viene aquí encuentra raíces profundas, las raíces que dieron parte principal a la esencia de nuestro país.

Sí, ¡Tlaxcala es para todos!

Cuando planeamos un viaje (sobre todo si nos encontramos en el centro de México), se suele pensar en tres cosas: cercanía, accesibilidad y seguridad.

Tlaxcala cumple con las tres y las complementa con historia, tradición y experiencias únicas. No es un destino para las masas, es un lugar que ofrece calidad sobre cantidad, autenticidad y la tranquilidad de salir a caminar a cualquier hora del día.

Si viajas en familia, puedes visitar el zoológico de Apetatitlán. Si te gusta la historia, están las zonas arqueológicas de Cacaxtla y Xochitécatl, y para quienes les guste convivir con la naturaleza, lo cual siempre es algo muy recomendable para el estado de ánimo, para reflexionar y relajarse de las tensiones que suele tener el camino de la vida, pero sobre todo para convivir y aprovechar los tiempos en familia, Tlaxcala es una invitación constante con sus distintas opciones, entre ellas las cabañas del centro vacacional Malintzi.

Para las parejas, los amigos y hasta para traer a los abuelitos, el estado tiene experiencias para todos.

Además, en un tiempo donde muchas ciudades y destinos parecen homogeneizarse, Tlaxcala sigue siendo fiel a sí misma, y eso se puede ver y sentir también en la determinación de las personas que aquí viven, orgullosas de sus tradiciones, sus bailes. Tlaxcala es familiar y te hace sentir bien, como en casa.

Tlaxcala, siempre aliada

¿Sabías que Tlaxcala es el estado más pequeño de México? Con apenas 4,000 km², concentra historia viva, tradiciones, paisajes, haciendas y una gastronomía que se ha conectado hoy con Europa en un intercambio que une culturas.

Y aunque es pequeño, precisamente ese tamaño ofrece un valor único: la posibilidad de variar y conocer mucho en poco tiempo. En solo 2 días se puede caminar por su capital colonial, visitar una hacienda, disfrutar en sus restaurantes de la gastronomía, explorar sus pueblos mágicos y cerrar la tarde con un café del centro. Tlaxcala es compacto y al mismo tiempo sorprendente en su potencialidad.

Y sí, una de las grandes ventajas también es su cercanía: a tan solo hora y media de la CDMX, con accesos cómodos desde Puebla, Querétaro, Hidalgo y Veracruz, se convierte en un destino muy accesible para escapadas de fin de semana o para quienes buscan un viaje sin complicaciones. La seguridad es otro punto fuerte que los visitantes destacan y que lo hace especialmente atractivo para grupos o extranjeros que desean disfrutar con tranquilidad.

La Feria de Ferias

Otra razón para venir a Tlaxcala y uno de los eventos más esperados del año es la Feria de Tlaxcala, que reúne a visitantes de todo el país. La edición pasada fueron alrededor de un millón de personas. Es una de las ferias más relevantes, ordenada, limpia, organizada, con espectáculos musicales, juegos mecánicos, exposiciones ganaderas, charrería, palenques y, por supuesto, gastronomía.

“La Feria de Ferias” te llenará de alegría y se ha convertido en una excelente ocasión para visitar el estado. Este año dio inicio el 23 de octubre y se extenderá hasta el 17 de noviembre de 2025, con actividades especiales por los festejos de los 500 años. Además, el 96 % de los eventos serán gratuitos.

Esta feria está catalogada como una de las mejores de México, y haber tenido la gran oportunidad de representar al estado como “Reina de la Feria” y “Reina de la Charrería” cuando iniciaba mis estudios universitarios es una de las alegrías más grandes que guardo en mi vida, y que, desde entonces, donde quiera que voy, me da la oportunidad de presentar a mi querido Tlaxcala.

La gastronomía como puente que conecta y construye

Por supuesto, el orgullo gastronómico tlaxcalteca es un punto fuerte. Platillos como el mole, los tlacoyos, el mixiote, los escamoles o gusanos de maguey ofrecen un recorrido de sabores que sorprende incluso a los paladares más conocedores. Y en temporada, nada iguala al chile en nogada, que en Tlaxcala ha encontrado un estilo propio, elegante y lleno de tradición. Muy recomendable venir a probarlos. Lugares para hacerlo son varios, como es el Hotel del centro, una parada muy grata, ubicado justo en el corazón de la ciudad. Esta casona antigua convertida en hotel es un espacio muy armonioso y agradable que combina estética y comodidad. Así mismo, el restaurante a un costado de la bellísima plaza de toros, donde su estética tiene el nivel de sus platillos, y otra opción un poco más innovadora la encuentras en el excelente restaurante que se encuentra dentro del centro vacacional La Trinidad, solo por hacer mención de algunos.

También quiero contarles que en los últimos meses, Tlaxcala ha resaltado en su cocina, con la reciente certificación de 21 cocineras tradicionales por parte del conservatorio de la cultura gastronómica mexicana, y también ha iniciado con Suiza un intercambio gastronómico. Esta iniciativa tiene encantados a los suizos, entremezclando productos locales, recetas tradicionales y técnicas europeas que se combinan para dar lugar a experiencias únicas. Imagínate probar un delicioso queso suizo acompañado de un pulque artesanal, o un pan horneado al estilo alpino servido junto a un mole tlaxcalteca. Fue una experiencia muy grata para los sentidos y los asistentes. Esta fusión no solo enriquece la mesa, sino que también fortalece la identidad y abre puertas al turismo internacional.

Puedo concluir que hoy, en el marco de los 500 años, Tlaxcala se abre aún más al turismo, a los intercambios culturales y a la oportunidad de mostrarse como lo que es: un pequeño gran estado, lleno de razones para volver una y otra vez. Si quieres visitarlo pronto o tienes cualquier duda al respecto, no dudes en escribirme.

Me dedico a la gestión turística y cultural, con formación en artes por el INBAL y una profunda pasión por descubrir el mundo. Viajar es para mí una forma de vida: me inspira conocer idiomas, sabores e ideologías que reflejan la riqueza de cada cultura. Disfruto observar, aprender y compartir distintas formas de ver el mundo. Creo en sumar lo mejor de cada experiencia para crear propuestas auténticas y enriquecedoras.

Conocer otros lugares y otras culturas es una de mis mayores alegrías en la vida. Y sobre todo compartirlo.

Conocer culturas y países me inspira.

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Por Bérénice A. Lobato

🇲🇽 La alegría siempre es buena señal en la vida. Viajar y conocer otras culturas, paisajes e idiomas son de las experiencias más enriquecedoras que uno puede tener, y adquieren más valor cuando se comparten y se conjuntan. Mi lugar favorito en el mundo son los Alpes suizos, donde escritores como Tolstói encontraron inspiración. J'aime lire, voyager et rêver — amo leer, viajar y soñar.

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