El genocidio en Gaza se está observando como una antesala del curso que podría seguir el resto del mundo. Aunque pueda parecer una frivolidad ante el exterminio de un pueblo, también es relevante observar la situación de Gaza desde el punto de vista de la turismología. En los últimos 15 años hemos visto cómo se constituyen los estudios críticos de turismo, entre los cuales están las perspectivas decoloniales, especialmente porque permiten ver algunas de las grandes cuestiones del fenómeno turístico: política, industria y encuentro entre personas. Y también encontramos preguntas en la intersección de todas ellas, como por ejemplo: ¿en tiempos de crisis, cuál es el papel y el potencial del turismo como fuerza para la paz?
Índice
Política y relaciones diplomáticas
La guerra entre Rusia y Ucrania empezó en febrero de 2022. El mes de abril, en sesión extraordinaria, la ONU Turismo (antes OMT) suspendió a Rusia como socio apoyándose en que el turismo es un pilar para la paz internacional y los miembros de la ONU Turismo debían defender estos valores o afrontar las consecuencias, sin excepciones.
Ya en 2021, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe presentó una demanda ante el Comité Mundial de Ética de Turismo para que se suspendiera la membresía de Israel y de una serie de empresas que operan ilegalmente en los territorios palestinos ocupados (Airbnb, Expedia, Tripadvisor…). En 2019, Amnistía Internacional había denunciado esta misma situación. Dos años y medio después del 7 de octubre, Israel sigue siendo miembro de pleno derecho de la ONU Turismo. Un pequeño avance: en 2023 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU actualizó la lista de empresas activas en la ocupación, incluyendo a varias del sector turístico.
Desarrollo de producto
Centenares de videos en redes sociales muestran la extrema frivolidad con la que se destruyen las poblaciones y las vidas palestinas. Uno de los más ultrajantes es el reciente vídeo de un gender reveal volando un edificio con humo de colores.
Igual que ocurrió al principio de la Guerra Civil Española, las visitas internacionales se utilizan como forma de legitimación por parte de los ocupantes. Actualmente se utilizan en Ucrania. Y también en las partes ocupadas de Palestina. Oficialmente se llaman “resilient tours” o “solidarity tours” apelando a las connotaciones de estas palabras, también sobre la consciencia de los visitantes. Son una forma de afianzar las fronteras del Estado de Israel en las mentes de las personas. Estos tours, durante los que se pueden ver comunidades muriendo de hambre, tiroteos o bombardeos, se ofrecen tanto a los escolares israelíes como a turistas internacionales. Entre la comunidad internacional se conoce como “Genocide tourism”.
Promoción y discurso
Tanto Israel como Palestina dedicaron recursos para asistir a la edición de Fitur 2025. De nuevo, una de las primeras cuestiones es por qué razón se permite la participación de Israel en la feria. Bajo el nombre de “Gran Israel” se anexionaban de facto partes de la Palestina histórica.
Los responsables de los dos stands procuraron presentar una situación lo más positiva posible sobre la posibilidad de visitar sus territorios. Mejed Ishaq, director general de marketing del Ministerio de Turismo de Palestina, afirmaba que la visita turística es una forma de dar soporte a la economía palestina y que los grupos no tienen problemas para cruzar los aeropuertos bajo custodia israelí. Se ofrecen viajes educativos para los grupos que vienen a recopilar información. Algunos investigadores apoyan esta visión, volviendo a subrayar que recibir visitantes internacionales ayuda a sostener la identidad palestina y es una forma de resistencia cultural. En conjunto, esto recuerda a los viajes de europeos con educación superior que visitaban Cuba o Rusia en una especie de peregrinaje político, con tintes nostálgicos.
Del otro lado, Dolores Pérez, directora de la agencia de turismo de Israel en España y Portugal, afirmó que los visitantes internacionales ayudan a tender un puente entre las dos naciones y que los turistas “no entienden de política”.
Infraestructuras
A principios de 2025, Donald Trump manifestó públicamente su intención de que los Estados Unidos tomaran posesión de la franja de Gaza. Esto supondría matar dos pájaros de un tiro: entregando, luego, las tierras a Israel, afianzaría las relaciones diplomáticas con esta comunidad, y la reconstrucción de la zona es, sin duda, un negocio monumental. En su momento esto levantó una gran controversia política y popular. Mientras tanto, desde un año antes, algunas publicaciones científicas ya incluían artículos que, bajo la forma de un ejercicio especulativo-teórico, analizaban la reconstrucción de Gaza a partir de inversiones extranjeras.
En marzo de 2024, el Observatorio de Derechos Humanos y Empresas en la Mediterránea publicaba un informe en el que se recogen las complicidades de los sectores inmobiliario y turístico con el genocidio palestino. Entre estos últimos se habla del Fattal Group, el Nitsba Holding y Next Point, todos ellos financiados a través de inversiones en los asentamientos ilegales y en expansión en el Estado español.
Apuntes finales
Desde el punto de vista de la turismología, estos eventos desencadenan una cantidad importante de preguntas tanto epistemológicas (¿cómo estamos construyendo conocimiento?) como prácticas. Por ejemplo, podríamos considerar la instrumentalización de las publicaciones científicas para legitimar actuaciones como las visitas de guerra o la reconstrucción de un territorio en base a inversiones extranjeras. Esto nos lleva a una vieja y vigente discusión: la neutralidad del conocimiento y la investigación.
Desde el punto de vista práctico, debemos seguir indagando sobre los motivos para aplicar un doble rasero en el escenario político-diplomático, así como también podemos plantearnos qué otra cosa pueden hacer la industria turística y los turistas además de ser observadores y testigos de una identidad que está siendo erradicada (y musealizarla después).
Referencias
- Foto de Jaber Jehad Badwan, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=159483468. Editada a blanco y negro por Francisco Mejía.
