Conceptualmente, el turismo deportivo hace referencia a los viajes que se realizan para ver o participar en un evento o actividad deportiva por razones recreativas (no comerciales).
Como tendencia de compra, el turismo deportivo no es nuevo y, todo lo contrario, históricamente puede ser considerado como una de las razones más antiguas para desplazamientos humanos masivos con fines recreativos (sin juzgar si buenos o malos).
Sólo pensemos en los Juegos Olímpicos griegos o en las festividades romanas del Coliseo para tener una idea.
Lo más probable es que el enfoque no haya sido técnicamente turístico como lo conceptuamos ahora, sin embargo, evidentemente, los procesos logísticos, operativos y de mercadeo (por ejemplo) debieron tener mucho de “avanzado” con respecto a lo que ahora usamos, a tal punto de ganarse su lugar propio en la historia de la humanidad. Y aquí radica, precisamente, su importancia.
Índice
Historia del turismo deportivo
Mientras el Imperio romano se encargó de borrar del mapa sus macabros “juegos”, las Olimpiadas, en cambio, nunca se olvidaron y resurgieron oficialmente en 1896 con los Juegos Olímpicos de Atenas, regentados por el COI (Comité Olímpico Internacional), que había sido creado 2 años antes, en 1894, con la característica de que se centraba exclusivamente en la explotación de los temas deportivos.
Las alarmas sobre el poder de convocatoria y negocio turístico como tal que tiene el deporte suenan en 1930 con la primera edición del Campeonato Mundial de Fútbol organizado por la FIFA, en Uruguay.
No está del todo claro, pero parece que formalmente el turismo deportivo arranca hace tiernos 34 años cuando en Israel en 1986 se realiza el primer congreso internacional de turismo deportivo, organizado por el International Council for Sport Science and Physical Education y por el International Council for Health Physical Education and Recreation.
Para 1994 ya existe el Sports Tourism International Council, encargado de realizar estudios y encuentros para profundizar en su diseño e implementación a nivel global.
Es en 1999 cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Organización Mundial de Turismo (OMT) crearon un acuerdo de cooperación y coordinación para aumentar y mejorar los vínculos entre ambas actividades y para el 2001 ya se celebra en Barcelona la I Conferencia Mundial sobre Deporte y Turismo que logra consolidarse como la industria que hoy se maneja.
Cifras del turismo deportivo
El turismo deportivo representa cerca del 10 % del gasto global en viajes, según ONU Turismo. Y se valoró en 700 mil millones de dólares en 2023 a nivel mundial (según tecnohotelnews.com).
Se proyecta una tasa anual de crecimiento cercana al 17.5 % entre 2023 y 2030 (según forbescentroamerica.com).
En España significó un movimiento de 16,100 millones de dólares en el “lejano” 2017 con 3 millones de personas. Y quieren subir porque saben que hay potencialidad.
En México, uno de cada 10 turistas internacionales que visitan el país lo hacen por este concepto que dejó derrama por 60.4 mil millones de pesos (aproximadamente 3.22 mil millones de dólares) en 2024.
Tipos de turismo deportivo
A la fecha ya existen, incluso, especializaciones de producto intentando separarlo lo más posible de su más evidente competidor, que podría ser el turismo de aventura, con el cual en realidad la línea de separación es muy sutil, en algunos casos. Veamos las más importantes desde lo práctico, cuyo denominador común como impulso de compra no es otro que su amor al deporte.
En principio, se subdividió solamente en 2 grandes categorías:
- Viajes para participar.
- Viajes para presenciar.
Sin embargo, en tiempo récord quedó sin efecto o, mejor dicho, se amplió, ya que la demanda demostraba que también existían combinaciones entre esos dos originales con importantes variaciones de peso específico entre los practicantes y los contemplativos y, además, incorporando la rentabilidad y explotación económica para los participantes amateurs.
Lo más común que se acepta ahora es:
Estricto y blando
Es la división más grande y general, encasillando a los “estrictos” como los que viajan para ver la competencia como tal (Juegos Olímpicos, Mundiales de Fútbol, Fórmula 1, etc.), es decir, el fanático puro. Por otro lado, el “blando”, que realiza actividades recreativas, deportivas o de ocio más relacionadas con lo que conocemos como deportes de aventura (senderismo, kayaking, zip line, etc.).
Nostálgico
Compuesto por los viajeros interesados en visitar museos, salones de la fama y tours encaminados a leyendas y celebridades destacadas del ámbito deportivo en el pasado.
De eventos
Más por las implicaciones de su manejo que por las características del turista (que puede ser un “estricto”, un “blando” o la combinación de los 2), se ha preferido darle un significado íntimamente ligado a lugares físicos, normalmente ciudades (de pequeña a gran escala), que se disputan ser sede para la próxima edición. (Juegos Panamericanos, Campeonato de BMX, vóley de playa, etc.).
De celebridades
Entiende a ese grupo de viajeros que se desplazan para visitar instalaciones deportivas (campos de fútbol y sus museos interiores, por ejemplo) así como también a los que buscan “compartir” los lugares vacacionales donde se sabe que moran deportistas famosos con la intención de encontrarse con ellos, verlos en persona, tomarse una foto, etc.
Activo
Que vienen a ser los practicantes del deporte, no necesariamente de nivel profesional, sino más bien amateur o de hobby, y que buscan un contacto íntimo con instalaciones y ambientes especializados e idóneos para no solo practicar su pasión, sino también para mejorar su técnica o gozar de “extras” que redondeen sus objetivos (ciclistas urbanos que aman la naturaleza y se desplazan a las montañas).
Académico
Y aunque no lo he visto en ninguna fuente consultada, yo incluiría uno nuevo (si así fuera el caso) al que lo voy a llamar turismo deportivo académico, que a estas alturas del partido tiene un movimiento significativo a nivel mundial muy importante, y lo definiría como esos viajeros que se desplazan para aprender (o más regularmente perfeccionar) alguna área específica deportiva en universidades, institutos y similares de corta o larga duración y de pago propio o de terceros (escuela de árbitros, centros de alto rendimiento).
Características del turismo deportivo
Estas tipologías imponen una clara orientación sobre lo que se debe hacer si se quiere competir en este segmento. Veamos entonces las características de la oferta, que debe tender a escaparse de lo exclusivamente deportivo para inclinarse por lo básicamente turístico. (Parecería un juego de palabras, pero es mucho más profundo, analícelo). Mínimamente debe ser:
- Amplia e integradora con otras actividades complementarias de diverso tipo, bajo la regla ”más = mejor”.
- Seductora, atractiva y sugerente, explotando lo diferenciador con una clara inclinación hacia el “ambiente”, pero no solo el natural, sino especialmente el grupal, sectorial, gremial y social.
- Activa y a la vez recreativa, con un amplio abanico de opciones para diferentes perfiles y condiciones físicas, desde recreativa hasta competitiva.
- Multidisciplinaria y variada para combatir la estacionalidad con el uso de una misma infraestructura en diferentes temporadas estacionales con diferentes deportes, actividades y eventos.
Marketing
Por la parte del mercadeo, acepta todas las modalidades y técnicas generales de promoción y publicidad, pero tiene una característica distintiva (y muy interesante) que nace de los propios elementos integrantes del deporte, y en la medida en que cada uno es un potencial cliente-vendedor simultáneo del evento, que gira (en cambio) en torno a la industria deportiva que tiene sus propios canales y su propio marketing deportivo, que sin esfuerzo puede ser su aliado estratégico.
- Los jugadores o participantes.
- Los técnicos y entrenadores.
- Los directivos gremiales.
- Los árbitros y jueces.
- Los periodistas especializados.
- Los anunciantes y sponsors.
- Los espectadores presenciales y remotos.
- Los medios de comunicación.
- Las redes sociales.