Gentrificación en destinos turísticos: ¿Qué es y cómo disminuir su impacto?

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La gentrificación es un proceso de transformación urbana en el que la llegada de inversiones y de residentes con mayor poder adquisitivo a un barrio previamente deprimido o popular, conduce a un aumento en los precios de la vivienda y de alquiler, así como a un cambio en el carácter y la cultura del área. Este fenómeno suele estar asociado con la mejora de la infraestructura y servicios públicos, pero también puede tener consecuencias negativas para los residentes originales, quienes a menudo se ven desplazados debido a su incapacidad para afrontar los crecientes costos de vida.

La gentrificación comienza típicamente cuando desarrolladores, inversores o nuevos residentes, atraídos por la ubicación del barrio, sus características arquitectónicas o su potencial de inversión, empiezan a comprar y renovar propiedades en áreas que históricamente han sido más accesibles o económicas. Esto puede conducir a un incremento de los precios inmobiliarios y a una transformación cultural y económica de la zona.

Mientras que algunos ven la gentrificación como una oportunidad para la revitalización y el desarrollo económico de áreas urbanas previamente descuidadas, otros la critican por fomentar la desigualdad y la exclusión social. Argumentan que el desplazamiento de residentes y negocios establecidos puede erosionar el tejido social y cultural de un barrio, reemplazando su identidad original con una que favorece a los nuevos llegados con mayores recursos económicos.

Relación entre la gentrificación y los destinos turísticos

La gentrificación en destinos turísticos se produce cuando áreas previamente marginales o poco desarrolladas se transforman debido al aumento del interés turístico. Es común que áreas con atractivos turísticos experimenten procesos de gentrificación, especialmente en ciudades y regiones que se vuelven populares entre los visitantes. Lugares como el Centro Histórico de la Ciudad de México, algunas zonas de la Riviera Maya, y partes de ciudades coloniales como San Miguel de Allende y Oaxaca, han experimentado transformaciones impulsadas por el turismo y el interés de inversionistas y nuevos residentes con mayor poder adquisitivo. Esto puede llevar a una mejora significativa en la infraestructura y servicios locales, pero también puede tener impactos socioeconómicos profundos en la comunidad residente original. La relación entre gentrificación y turismo se manifiesta de varias maneras, incluyendo:

Aumento en los precios de la propiedad y alquiler

Similar a la gentrificación urbana, el atractivo de un destino turístico puede elevar los precios de la propiedad y el alquiler, lo que dificulta que los residentes locales se mantengan en sus hogares. Esto se ve a menudo en áreas costeras o en ciudades con un fuerte atractivo turístico.

Cambio en la oferta comercial

Para satisfacer las demandas de los turistas, pueden surgir nuevos negocios y servicios, como restaurantes de alta gama, tiendas de souvenirs y alojamientos turísticos. Esto puede alterar el carácter local de la comunidad, con la posible desaparición de negocios tradicionales que no atraen a los visitantes.

Desplazamiento de la comunidad local

El incremento en el costo de vida y el cambio en la dinámica del barrio pueden llevar al desplazamiento de residentes históricos. Esto no solo afecta a la estructura social de la comunidad, sino que también puede resultar en la pérdida de la identidad cultural del lugar, un aspecto que inicialmente podría haber atraído a los turistas.

Turistificación

Este fenómeno ocurre cuando un área se desarrolla de tal manera que su principal función se convierte en servir a los turistas, a menudo a expensas de las necesidades y deseos de la población local. Lo que puede resultar en la creación de «ciudades fantasmas» durante la temporada baja, cuando los turistas se van y las áreas comerciales permanecen mayoritariamente cerradas.

Mejora en la infraestructura y servicios

Aunque la gentrificación puede tener aspectos negativos, también puede llevar a mejoras en la infraestructura local, como carreteras, transporte y servicios públicos, que benefician tanto a turistas como a residentes.

Para abordar los desafíos de la gentrificación en destinos turísticos, es crucial implementar políticas que equilibren las necesidades y deseos de los turistas con los derechos y necesidades de los residentes locales. Esto puede incluir medidas como la regulación del mercado inmobiliario, el apoyo a los negocios locales, la promoción de turismo sostenible y responsable, y la participación de la comunidad local en la planificación y desarrollo turístico.

Cómo limitar la gentrificación en destinos turísticos

Limitar la gentrificación en destinos turísticos requiere un enfoque multifacético que equilibre el desarrollo económico con la preservación de las comunidades locales y su cultura. Aquí algunas estrategias que pueden aplicarse:

Políticas de vivienda asequible

Implementar y hacer cumplir políticas que promuevan la disponibilidad de vivienda asequible para los residentes locales. Esto puede incluir restricciones sobre el número de propiedades que pueden ser utilizadas como alquileres vacacionales a corto plazo, incentivos para la construcción de viviendas asequibles, y la protección de los inquilinos contra el desalojo injustificado y los aumentos excesivos de renta.

Regulación del mercado inmobiliario

Establecer límites a la especulación inmobiliaria y a la inversión extranjera en propiedades residenciales para evitar el aumento excesivo de los precios de la vivienda. Esto podría incluir impuestos a las propiedades vacías o a las segundas residencias.

Inclusión de la comunidad en la planificación

Fomentar la participación activa de las comunidades locales en la planificación y toma de decisiones relacionadas con el desarrollo turístico. Esto asegura que sus necesidades y preocupaciones sean consideradas y que los beneficios del turismo se distribuyan de manera más equitativa.

Promoción del turismo sostenible

Apoyar y promover prácticas de turismo sostenible que no solo minimicen el impacto ambiental, sino que también contribuyan al bienestar económico de las comunidades locales. Esto incluye el apoyo a pequeñas empresas y emprendimientos turísticos locales.

Educación y sensibilización

Crear campañas de sensibilización para educar a los turistas sobre el impacto de sus acciones y alentar comportamientos responsables que apoyen la economía local sin contribuir a la gentrificación.

Desarrollo económico local

Fomentar el desarrollo de una economía local diversificada que no dependa exclusivamente del turismo. Esto puede ayudar a proporcionar estabilidad económica a las comunidades y reducir su vulnerabilidad a las fluctuaciones del mercado turístico.

Control de acceso y uso de tierras

Implementar políticas de zonificación y uso de tierras que limiten la conversión de áreas residenciales en zonas turísticas o comerciales, protegiendo así el carácter y la accesibilidad de las comunidades locales.

Impuestos y tarifas turísticas

Considerar la imposición de tarifas o impuestos turísticos específicos que puedan utilizarse para financiar la vivienda asequible, la infraestructura pública y otros proyectos que benefician directamente a la comunidad local.

Limitar la gentrificación en destinos turísticos es un desafío complejo que requiere la colaboración entre gobiernos, el sector privado, las comunidades locales y los visitantes. Al implementar estas estrategias, es posible fomentar un desarrollo turístico que sea sostenible, inclusivo y beneficioso para todos los involucrados.

Georgina Jatzire Arévalo Pacheco: 🇲🇽 Licenciada en Economía, Maestra en Ciencias del Desarrollo Local y Doctora en Ciencias Administrativas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con experiencia profesional en el área académica, de investigación y OSC, actualmente es académica de la UNAM campus Ciudad de México.
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