La forma de viajar ha cambiado profundamente en los últimos años. El avance de la tecnología ya no es solo un recurso de apoyo, sino que se ha convertido en una parte esencial de todo el recorrido turístico. Desde la planificación hasta el post-viaje, los destinos están atrayendo a una nueva generación de viajeros acostumbrados a hacerlo todo en su celular. Esta transformación no surgió de la nada. Es resultado directo de la combinación de un mayor acceso a dispositivos móviles, un mayor uso de las redes sociales y, sobre todo, la llegada de la inteligencia artificial como asistente en viajes.
En ambos países, el comportamiento digital de los turistas creció exponencialmente. Las redes sociales que antes servían únicamente como escaparate fotográfico son ahora auténticos focos de investigación. Las plataformas de viajes están implementando asistentes inteligentes que resuelven dudas, hacen recomendaciones personalizadas y acompañan al usuario antes, durante y después de la estancia. La tecnología ha empezado a avanzar a la par de las expectativas del turista moderno, que valora la autonomía, la velocidad y las experiencias fluidas sin tener que recurrir a medios tradicionales.
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El auge del turista que prefiere el móvil
El mayor cambio no está solo en la tecnología, sino en el perfil de las personas que viajan. El turista actual es independiente. Consulta destinos en Instagram, compara precios en el móvil, lee reseñas en apps y hace la reserva sin ni siquiera abrir un ordenador. Estudios recientes muestran que la mayor parte del acceso a sitios web de viajes se produce actualmente a través de dispositivos móviles. Esto revela un nuevo comportamiento donde la información debe llegar en el momento exacto, de forma sencilla e inmediata.
Por eso la IA ha adoptado un papel tan central. Los asistentes inteligentes hablan con el viajero en tiempo real, sugieren rutas, alinean expectativas y evitan imprevistos. La experiencia se vuelve más personalizada, más intuitiva y más cercana a lo que cada persona realmente quiere encontrar durante su viaje.
Experiencias digitales que moldean el deseo de viajar
Además de la IA, otro fenómeno está transformando el turismo: la búsqueda de experiencias digitales antes de viajar. Los videos cortos, las vidas temáticas y el contenido inmersivo influyen silenciosamente en las elecciones. Muchos turistas eligen destinos después de ver a un creador de contenido explorar una región. Otros se enamoran de los hoteles porque vieron recorridos virtuales. Este consumo digital es ahora parte fundamental de la decisión.
La diversidad de lo digital también abre espacio para experiencias paralelas al propio turismo, como juegos, interacciones en vivo y plataformas que combinan entretenimiento con tecnología. Es en este punto que surgen ejemplos que ayudan a ilustrar la dimensión del fenómeno, incluidas actividades interactivas que se han popularizado a nivel global, como el casino en vivo, que muestra cómo los entornos inmersivos y los contenidos digitales se han convertido en parte del día a día de millones de usuarios. Lo más interesante es que este comportamiento no se limita al entretenimiento, sino que da forma a cómo la gente espera interactuar con las marcas, los servicios y las experiencias turísticas.
Además, otros sectores digitales siguen el mismo camino y contribuyen a este nuevo imaginario de viaje. Las plataformas culturales ofrecen visitas guiadas online a museos, retransmisiones en directo de espectáculos y experiencias gastronómicas virtuales. La idea de “saber antes de visitar” está cada vez más presente en el repertorio de los turistas contemporáneos y refuerza cómo lo digital crea un puente directo entre la curiosidad y el movimiento físico.
La IA como compañera en el viaje completo
La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta, sino que se ha convertido en la compañera del viajero. Muchos hoteles ya utilizan asistentes inteligentes para gestionar los check-ins automáticos, ofrecer mejoras de alojamiento o sugerir actividades locales según el perfil del huésped. Las plataformas de viajes analizan dinámicamente las preferencias y envían recomendaciones personalizadas sobre restaurantes, atracciones poco conocidas e incluso horarios ideales para visitar determinados atractivos turísticos.
Para los destinos turísticos, este avance representa una oportunidad de oro. El uso estratégico de la IA reduce los costos operativos, mejora la comunicación con los visitantes y aumenta la eficiencia de los servicios de soporte. Además, permite a ciudades y empresas comprender mejor las necesidades de los ciudadanos, ajustando ofertas y creando experiencias más alineadas con el comportamiento real de las personas.
El futuro del turismo latinoamericano ya comenzó
Lo más curioso es que esta transformación no es solo tecnológica. Es conductual. El viajero latinoamericano valora la autonomía, la velocidad y las experiencias a su medida. Quiere descubrir nuevos destinos, pero también quiere sentir seguridad, practicidad y fluidez en cada etapa. La tecnología ofrece exactamente eso.
Brasil y México están a la vanguardia de este movimiento. Invierten en IA, mejoran las plataformas digitales y adaptan los servicios a los turistas móviles. Cuando este avance se combina con creatividad cultural, rica gastronomía y paisajes únicos, se crea un ecosistema turístico aún más atractivo y competitivo a nivel internacional.
El turismo digital no es solo el futuro; es la realidad. Y es esta nueva combinación de tecnología, personalización y experiencias inmersivas la que seguirá marcando el camino del sector en los próximos años.