Turismo vs “turismo”

“Puede definirse al turismo como el conjunto de las acciones que una persona lleva a cabo mientras viaja y pernocta en un sitio diferente al de su residencia habitual, por un periodo consecutivo que resulta inferior a un año.”

Definición de diccionario de “manual”, ahora bien: es cuando se vive y se lleva a la práctica según un concepto “capitalista de turismo”; es decir, el sistema pregona de manera consecuente la venta de paquetes que incluyen: viaje, estadía, comidas, salidas, etc. (en base a horarios perfectamente establecidos), todo direccionado, masticado y deglutido de acuerdo a intereses eminentemente comerciales y de mercado, pero que tantas veces, nada tienen que ver con las personas, con el turista.

El “turismo” socialmente pareciera destinado a marcar status, diferencia social… mostrarse y mostrar. ¿Qué queda de estas experiencias? Generalmente un sin fin de fotos, films, etc., que una vez vistas, mostradas a los amigos, redes sociales… mueren en ignotos archivos. Interiormente: ¿qué le deja al turista?

Aclaro que respeto a cada uno de los involucrados, sus gustos y preferencias; solamente es un punto de vista absolutamente personal, de acuerdo a una formación crítica con relación al ser humano y su existencia.

Cuando después de un año cargado de stress, exigencias y trabajo, una persona decide “tomarse unos días” para relajarse y a la vez conocer otros lugares, sitios, experiencias: creo firmemente que de nada sirve embarcarse en esos planes tan esquemáticos, tan digitados…

En muchas ocasiones observo a esos “turistas”: se visten como “turistas” actúan como “turistas”… y me pregunto: al fin de esos días, ¿qué les dejó ser “turistas”? O sea: todo lo realizan como observando a través de una ventana: mirando, fotografiando… pero, ¿qué interacción directa tienen con el medio, con el paisaje? En muchos casos ni se bajan de los vehículos que los movilizan. Vuelven a los hoteles: ricos manjares, fotos y más fotos… y hasta como lo hacen cotidianamente: cierran la jornada mirando televisión, con la play station… ¿entonces?

Según mi visión: turismo es aquella actividad relajada, palpable, directa, que nos lleva a caminar, acariciar, admirar, “sentir”, mojarse… sin tiempo ni medida: no muchas fotos, menos tensión… ¿en definitiva? “Zambullirse” en esa fotografía directa que tenemos delante, imbuirse con todo cuanto nos rodea… acercarse, tender manos. ¿Comer? Allí donde estamos… recargar las pilas allí donde la energía es roca, agua, brisa.

La creación, la naturaleza ha sido demasiado benévola con nosotros: disponemos de la “mejor tecnología” existente: nuestro cuerpo. Un CPU perfecto (cerebro), la mejor cámara que nos permite las mejores filmaciones (ojos), esas herramientas invalorables, que nos permiten relacionarnos con el medio, “sentir” (brazos y manos), un órgano tan completo como el corazón, circulatorio; y a la vez “traducimos” en él a los sentimientos, al amor… también por cuanto observamos y valoramos. Y por último: aquellos miembros que nos convierten en imparables a la hora de la movilidad (piernas). Lo tenemos todo… y muy poco lo valoramos a la hora utilizar a ese cúmulo de posibilidades que en este caso: debiera estar al servicio de esa actividad tan “ociosamente activa”: turismo, tan necesaria en estos tiempos.

Si caminas por la montaña: descubre a la vida que te rodea.
Ve al encuentro de “aquellos” que también desean conocerte: miralos a los ojos.
Cosecha amigos por donde camines.
Mójate con la mejor agua de todas.
Él también es parte de cuanto te rodea: vida.
Disfruta si tu mascota nada en aguas de ríos, lagos: él también es feliz.
Están ahí: déjalos ser…

Loas intereses que rodean al “turismo” generalmente, se embarcan en preceptos netamente consumistas, olvidando tantas veces a la esencia de la cuestión: la persona, el ser humano, su vida interior, su crecimiento… por ello: se deben replantear muchas cuestiones inherentes al tema. No olvidemos a la contaminación, destrucción de un ambiente que de manera constante “tropieza” con la irracionalidad de los directamente involucrados en su cuidado y preservación. NOSOTROS.

Néstor Nanni: Soy originario de la ciudad de La Plata: jubilado, Profesor y Lic. En RRHH: con amplia experiencia en temas sociales. Radicado en la Patagonia hace 4 años. Fundamentalmente en este paraíso busco concretar algo que las ciudades y el trabajo no me permitieron: escribir (poesía es mi fuerte). Amo a la naturaleza, siempre fui un patagónico sin haber nacido en la Patagonia. Tierra prometida: sueños, utopías…
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