Guía-de-turistasImagen/Autor: Nelson Valencia

En el mundo se hablan aproximadamente 7000 idiomas, pero es uno en particular el que juega un rol fundamental en turismo, el inglés.

Lamentablemente en Chile no gozamos de buena reputación en cuanto a su manejo. Según Education First, Chile se ubica en el lugar 42 de 70 países a los que se les midió su nivel de inglés, lo cual sólo serviría para mantener una conversación breve y muy simple con un angloparlante. Por otro lado, Trabajando.com determinó que un 80% de los profesionales chilenos maneja un nivel básico del idioma señalado. Cifras alarmantes para un país que en el primer semestre de 2017 recibió 3.344.340 turistas y que sólo en marzo del señalado periodo ingresaron más de 260.000 afuerinos que manejaban el idioma de manera fluida.

Sabemos que el guía es uno de los pilares del rubro a la hora de hacer turismo. Es precisamente a quien le toca el trabajo sucio ya que en definitiva, es el rostro de la empresa y el encargado de presentarle al turista una localidad, traspasándole de manera fluida y fidedigna todo lo que comprende el conocimiento cultural e histórico de la zona en cuestión. Por ende, cuando se trata de llevar a cabo un tour con visitantes angloparlantes, el grado de dificultad aumenta.

Al tratar con alguien que usa el inglés como puente para dos culturas, el guía inexperto suele cometer algunos errores clásicos:

1. Españolizarlo: No se trata de sacar un calco idiomático, sino de comunicarse y lograr que el otro entienda la idea sin complejidades. No todo lo que se dice en español es igual en inglés. Las entonaciones y exclamaciones son diferentes en ambos idiomas e intentar mezclarlas puede llegar a causar rechazo o confusión.

2. Traducir nombres: Valparaíso no es Valparadise, ni Casablanca es Whitehouse. Caer en esta práctica provocará confusión cuando el turista se encuentre solo y quiera comunicarse con alguien que no maneja bien el idioma. No tiene sentido.

3.Caer en lo enciclopédico: el guía no es un almanaque, ni una Wikipedia caminante, sino un acompañante bien informado. Que no se cometa el error absurdo de memorizar un discurso plano, por muy efectivo que esto parezca. La razón es muy simple, el turista notará el calco y se aburrirá ya que perfectamente podría haberlo leído él mismo en su hotel antes de salir. La idea es formular una conversación amena durante el trayecto y discursos fluidos, elocuentes y sin mucho adorno lingüístico al momento de parar en las estaciones para mostrar algún atractivo.

4. Lenguaje: Hollywood no es referente lingüístico. Ante cualquier eventualidad, el guía debe manejar un lenguaje neutro, gramaticalmente correcto y respetuoso. La confianza no se gana con disparates ni con el uso de slang, muy por el contrario, actitudes como éstas generarán rechazo en el turista que busca una empresa seria en su proceder. La empatía, simpatía y bagaje cultural del profesional es lo que automáticamente conllevará a cierto grado de confianza con el visitante a medida que avanza el tour.

Latinoamérica es un destino diverso e interesante que  recibe cada año más y más visitantes de habla inglesa. Como casi un acto reflejo, al mismo tiempo crece exponencialmente el número de egresados en turismo, por lo que día a día el mercado laboral recibe una gran masa de potenciales guías inexpertos, pero llenos de entusiasmo, que en el caso de Chile,  se esperanzan en el fabuloso 10,1% del PIB nacional que marcó la industria turística durante el 2016.

Ser guía es un trabajo fascinante, de los pocos que comprenden un contacto intercultural, que  requiere empatía de ambas partes y de un vasto acervo de conocimientos, pero que puede llegar a ser tremendamente agotador e incluso embarazoso cuando no se está bien preparado. Por ende es fundamental evitar estas prácticas molestas que a lo único que llevan es a generar distancia y un mediocre servicio.

Dinos tu opinión

Por Nelson Valencia Fernández

Traductor e intérprete inglés-español arraigado en el fascinante mundo del turismo ya hace varios años. Acérrimo creyente en la innovación turística y en la creación de redes de trabajo. Veo al turismo como una ciencia con potencial infinito por investigar.

Facebook2k
Twitter203
Instagram649
Tiktok234