exteriorTria está enclavado entre rascacielos.

Uno de los símbolos más recurrentes de Madrid son sus cuatro torres rascacielos que dibujan uno de los skylines más famosos de la capital. Estos edificios que albergan principalmente oficinas y un lujoso hotel están situados en la business área más moderna de la ciudad, al norte de la misma. Y, es justamente, entre estos rascacielos, donde emerge el restaurante Tria Cuatro Torres, un local de arquitectura elegante, vanguardista y acristalado, donde se come más que bien.

La cocina de Tria, recién abierto en Madrid hace 3 meses, se basa en recetas mediterráneas españolas con una propuesta destacada, excelente y amplia- 13 en total- de arroces, paellas y fideúas, a los que acompañan una selección de platos de fusión asiática, eminentemente. Esta combinación hace de Tria un lugar especial donde compaginar lo más auténtico y tradicional de la cocina española con los toques más internacionales de la gastronomía actual y cosmopolita.

mesa jardin
Sala de Tria con vistas al jardín.

A ello, le sumamos que el local abre desde por la mañana ofreciendo una propuesta de desayunos, tapeo, copas que completan los tradicionales almuerzos y cenas. Al ser, un enclave de oficinas, el establecimiento propone, como no podía ser de otra manera, un cuidado menú ejecutivo de lunes a viernes a mediodía a un precio muy sensato de 22,50 euros. La parte derecha del local está destinada más a desayunos, tapeos, copas, mientras que la izquierda es el restaurante propiamente dicho. Una terraza al aire libre completa la oferta de restauración.

Sin embargo, no hay que despistarse. Tria, si bien tiene vocación de local abierto “full time”, es un restaurante que, por su arquitectura, su belleza (rodeado de fuentes de colores y de vegetación que se pueden apreciar a través de las inmensas cristaleras que abrazan su estructura) y su calidad es destino de cualquier cena que se precie. La noche es uno de los momentos más atractivos para acudir a Tria porque el local es, entonces, espectacularmente bonito y brillante. La magia del juego de luces y oscuridad invade las cristaleras, las mesas elegantemente vestidas con buenos manteles (algo muy de agradecer), el servicio tan amable y atento que regala detalles continuamente, todo se une para que cenar en Tria sea una experiencia muy gratificante de relax, desconexión y diversión.

arroz senyoret
Arroz del Senyoret de carabineros.

Y, por supuesto, el elemento fundamental para declararnos fans de Tria es su comida. Una propuesta que viene directamente del chef José Antonio García, con gran experiencia en su haber y habiendo cosechado 5 años de éxitos en su sede valenciana. Originario de la zona del Levante, su cocina no podía centrarse en mejores sabores que los mediterráneos, con especial atención en unos arroces que el profesional equipo de cocina clava en sabor y punto, elaborando unos fondos exquisitos (algo esencial en un buen arroz).

paella
La Paella Valenciana es plato estrella en Tria.

La Paella de rape con alcachofas y gambas, la Paella valenciana (exquisita con su conejo, judías verdes y garrofó, un tipo de judía blanca de Levante), el Arroz del Senyoret con carabineros o cualquiera de los arroces melosos son algunas de las elaboraciones que hay que probar si se va a Tria. Aunque, entre las 13 propuestas de arroz, hay para todos los gustos.

La carta tiene dos apartados más reducidos de carnes y pescados, pero igualmente de calidad y muy apetecibles. Aunque, quizás, lo que llama más la atención en Tria, además de su atractiva oferta de arroces, son los entrantes. Originales, internacionales, con toques asiáticos, entre ellos destacan el plato de Tataki de atún con guacamole de wasabi y tomate dulce con pistachos (muy recomendable), los Mejillones estilo Thai o al vapor o el Pulpo a la brasa con trintxat de patata y pak choi. Pero, también, hay posibilidades tan atractivas como las clásicas croquetas de jamón ibérico o el Steak tartar de solomillo ecológico.

tataki
Tataki de atún con guacamole de wasabi y tomate dulce con pistachos.

La carta se cierra con unos postres que no se pueden obviar. Quizás, el más sabroso y bonito sea la Sopa de chocolate blanco y yogur con bizcocho de maracuyá y mango. Sorprendente y atractiva. Pero, también, se puede pedir la Lasaña de piña y jengibre con crema caramelizada y helado de coco o el Chocolate en texturas.

sopa chocolate
Sopa de chocolate blanco y yogur con bizcoche de maracuyá y mango.

Si la elegancia, la calidad de sus fogones, la originalidad de su ubicación son datos a tener muy en cuenta, Tria no escatima, tampoco, en buen servicio, hospitalidad al comensal y una bodega muy completa donde sobresalen los mejores vinos españoles, con las D.O. (denominaciones de origen) más importantes, además de espumosos, aperitivos y jereces.

Dirección: – Paseo de la Castellana, 259- Madrid

Premio medio:  45 euros

Horario: de 9:30 a 23:30 horas de lunes a domingo

www.triarestaurante.es

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Por Carmen Pineda

Inquieta, rigurosa, sensible y amante de la cultura (sobre todo el cine), el turismo, la gastronomía y los viajes. Me gusta comunicar y escribir sobre mis experiencias y sobre el mundo en general.

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